Sindicales
19/4/2018
Atilra: las paritarias son de los trabajadores, no de las cúpulas
Luego de la entrega del convenio, la burocracia del gremio lácteo se apresta a firmar un nuevo acuerdo salarial a la baja.
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En un marco de inflación que superará ampliamente el techo salarial del 15% impuesto por el gobierno –algo admitido recientemente por las cámaras empresariales e incluso por el FMI-, las patronales lácteas han ofrecido un 9% de aumento salarial. La burocracia de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) se apresta, una vez más, a entregar las paritarias de los trabajadores de la industria láctea.
Con SanCor fuera de juego, el CIL (Centro de Industria Lechera) se ha colocado como el principal actor en las negociaciones; para este sector es fundamental hacer pasar un porcentaje que iguale -a la baja- el salario de los lecheros al del conjunto de los trabajadores del país, por lo que desde hace dos años se vienen cerrando acuerdos por debajo de la inflación.
La miserable propuesta es inseparable de lo que ocurrió con la reciente avanzada sobre el convenio del gremio, que la burocracia de Atilra rubricó con las patronales, entregando así a los trabajadores a la introducción de la funcionalidad múltiple, el fin de las horas al 150% y el aval para tomar personal contratado -totalmente precarizado para los feriados y fines de semana-, y los descuentos por presentismo, que obliga a los trabajadores a ir enfermos a trabajar, y hasta el impedimento de pedir licencias por cuidado familiar.
Frente a las paritarias, el gremio dirigido por el recientemente imputado Etín Ponce va por el mismo camino. Al conocerse la noticia de la miseria ofrecida, se limitó a realizar asambleas en las que se “informaba” a los trabajadores los pasos a seguir (asambleas de dos horas por turno, sin nombrar siquiera la palabra “paro” y utilizando todo el tiempo las palabras “paritarias libres” para evitar hablar de porcentajes –con lo que todo indica que firmarán nuevamente por debajo de la inflación).
Lo cierto es que hasta esas “medidas” fueron levantadas ante un próximo plenario de secretarios generales para la semana que viene. Hay que recordar que luego de la última medida de fuerza -un paro de 24 horas por el conflicto de SanCor- se descontó el día a los trabajadores, sin que Atilra diese paso alguno –ni muchos menos un plan de lucha- para defender el derecho a huelga. Ahora, es posible que la burocracia utilice justamente ese precedente para intentar desalentar iniciativas combativas por parte de los trabajadores.
Atilra es un gremio abiertamente kirchnerista que agita el fantasma de la vuelta a los noventa y del “neoliberalismo” para encubrir su política de entrega.
Esta burocracia que viene año tras año entregando derechos y conquistas no tiene ningún mandato para negociar las paritarias. Los trabajadores deben tomar en sus manos la lucha por el salario, por las condiciones laborales y por los puestos de trabajo. Los paritarios deben ser electos por las bases y mandatados a rechazar cualquier entrega. Más que nunca, es urgente un congreso de bases de todo el gremio que rompa con la pasividad de la burocracia. En la misma sintonía, desde la Coordinadora Sindical Clasista llamamos a un congreso de bases de la CGT y la CTA por un paro activo y plan de lucha con la perspectiva de la huelga general.
Toda la solidaridad con los trabajadores de SanCor.
Abajo la reforma del convenio colectivo de los trabajadores lácteos.
Abajo la reforma laboral.