Sindicales

18/9/2014|1332

Atucha 2, después del accidente fatal

Control obrero o bomba de tiempo

Atucha 2, después del accidente fatal

Atucha 2 es una central que produce energía eléctrica a partir de un reactor nuclear. Pero, ¿es eso solamente? Sus varias inauguraciones (hoy sólo opera al 50% de su capacidad y las pruebas no están terminadas) le han dado al gobierno propaganda, junto a unos megavatios que no resuelven la crisis de energía. Eso explica que la troika Ministerio de Planificación-Nucleoeléctrica-Autoridad Regulatoria Nuclear decidiera poner en servicio la central sin terminar los trabajos de puesta en marcha. También la extorsión al sector nuclear para que esto no se diga, amenazando con que este podría retrotraerse a sus peores épocas de desinversión.

Cuando el kirchnerismo se hizo con el gobierno, encontró en el sector nuclear un nicho donde hacer negocios y apropiarse de la bandera del desarrollo. Así, sancionó el “plan nuclear” que habilitó reactivar Atucha 2 y plantearse nuevos proyectos, como la cuarta central.

Atucha 2 fue y es un festival de negociados para empresas amigas del gobierno, por caso, Electro Ingeniería, asociada a Julio De Vido. Esto derivó en desmanejos que atrasaron la obra. Cuando al gobierno comenzó a apurarlo la crisis, se encontró con que faltaban trabajos de puesta en marcha. No obstante, forzó el arranque, haciendo de la operación de la central un calvario para sus trabajadores. Así el “plan nuclear” es un “contubernio nuclear” entre funcionarios, que sacrifican la salud de los trabajadores y el propio equipamiento instalado.

Los trabajadores

Para los trabajadores, Atucha 2 es una central que, bien operada, puede entregar energía eléctrica en forma constante y segura. Para ellos, no es fuente de negociados ni de propaganda política. Los trabajadores esperaban que, luego de la puesta en funcionamiento del reactor, menguara la presión del gobierno, algo que no ocurrió.

Atucha 2 se debate hoy entre rifar el destino de la central y del sector, en manos de un gobierno en crisis; o producir energía de forma segura, bajo control de los trabajadores. En este debate debemos avanzar, comenzando por poner en pie un comité de seguridad de los trabajadores. En esta lucha, los trabajadores han tenido al Partido Obrero de su lado, fijando posición e interviniendo desde la época de la construcción de la central.

Esta confluencia entre los reclamos de los trabajadores y los planteos de la izquierda debe plasmarse en un programa de salida a la crisis energética, que articule con el resto de los trabajadores de la energía y del país. Para ello, debemos avanzar en la campaña por el Congreso del movimiento obrero y la izquierda.