Sindicales

4/7/1996|501

Aurora: La ‘tregua’ sólo produjo hambre

Con el fin de la ‘tregua’ dispuesta por el Ministerio de Trabajo en el conflicto de la fábrica Aurora, los trabajadores acumulan tres meses sin cobrar. La tregua abrió un ‘paraguas protector’ a la patronal, que incumplió con el pago de las quincenas y la reincorporación de los despedidos, mientras la UOM perdía el tiempo en “negociacioness con Duhalde y el Banco Provincia”. La ‘tregua’ ministerial se dictó en momentos en que los trabajadores se disponían a una ocupación prolongada de la planta.


La ‘política’ no ha llevado a nada, y los dirigentes del sindicato ya no hacen referencia al ‘crédito’ ni a Duhalde. La patronal, por su lado, no se apartó ni un centímetro en su intención de despidos masivos. Incluso ha pedido el desafuero de la Comisión Interna para incluirla en la causa por usurpación que inició contra todos los compañeros. La patronal pretende desprenderse de centenares de trabajadores sin pagarles un peso.


¿Más de lo mismo?


Es probable que el Ministerio de Trabajo resuelva prolongar esta ‘tregua’  que no es tal. Sin otras alternativas en la mano, le sirve para insistir en el desgaste y la desmoralización.


La UOM ya ni convoca al plenario de delegados, ni ‘baja a fábrica’; su dirección no tiene nada para ofrecer.


Viraje interno


Toda esta situación ha ido aumentando la desconfianza de los compañeros. Varios han rechazado enérgicamente la ‘caja PAN’ que reparten la UOM y la CI: “¡no queremos limosnas, queremos cobrar!”. El pasado miércoles 26, una importante sección —Cocinas— impuso a los delegados una asamblea de sección, que votó “permanecer” en la fábrica ante la posibilidad de que, después del 30, la patronal dispusiera un cierre o despidos masivos. La sección reclamó a la Comisión Interna que impulse esta resolución para que se extendiera al resto de la planta. Aunque la Interna enfrentó abiertamente esta determinación, la asamblea en Cocinas fue comentada en toda la fábrica.


Cuarenta y cinco días de ‘tregua’ han servido para delatar la impotencia de los Duhalde, Miguel o Guerrero frente a la crisis de Aurora. Ahora, los trabajadores deben imponer su salida: como en  Cocinas, hay que autoconvocar las secciones y arrancar la ocupación de la fábrica, hasta asegurar el cobro de las quincenas adeudadas y la estabilidad laboral para todos.