PO: ¿Cuál es el proceso que se vive en el gremio a partir de la sanción de la Superley?

R: Los trabajadores municipales, luego de la traición de nuestros dirigentes, quedamos en un estado de confusión total. Nos sentimos estafados. A partir de allí, se para un poco la movilización; seguimos en la Plaza, pero no había una dirección, estaba todo el mundo indignado de que la dirigencia hubiera tomado esa decisión inconsulta que nos cagaba de esa manera. Entonces, se resuelve que había que hacer algo para darle sentido a la protesta, para darle una dirección, por lo cual había que tomar una determinación respecto a estos dirigentes. Por eso se realiza la Asamblea de Obras Públicas en la que participan unos 300 trabajadores y donde se vota una resolución (ver Comunicado de…) en la que se rechaza, en todos los puntos, a la Superley; la repudiamos enérgicamente y adherimos a toda lucha que se haga contra esta ley. También repudiamos a los dirigentes traidores, a quienes les pedimos la renuncia y, en tercer lugar, decidimos reencausar la protesta reclamándoles a Uasuf y a los concejales, porque ellos son también responsables de lo que ocurre, han sido cogobierno y tienen que dar respuesta a nuestros reclamos. Si no lo hacen, se tienen que ir. Así de simple.

PO: La sanción de la Superley ha creado un marco general de lucha y ha dado lugar al Frente de Trabajadores Autoconvocados. ¿Qué opinás?

R: Es una alternativa a estos dos supuestos representantes de los trabajadores, que son la CGT y la Cta, llenas de dirigentes burocráticos que se venden por una vianda al gobierno de Miranda. Es interesante y puede ser una alternativa real para buscar una salida de conjunto para los trabajadores. En ese sentido, la metodología a la que se debería apuntar es a transformar esta Coordinadora Autoconvocada en un Comité de Huelga Provincial, que tome la tarea de organizar e impulsar la huelga general por tiempo indefinido para arrancar la solución a nuestras demandas.

PO: ¿Querés agregar algo más?

R: Hay que concientizar a los compañeros de que todo lo que está ocurriendo es una cuestión de clase, la clase de los trabajadores y la clase de los opresores. Ellos han ‘globalizado’ la opresión en el mundo, nosotros debemos globalizar la lucha porque es la única manera de dar vuelta la tortilla.