Ante el pago en cuatro cuotas del medio aguinaldo y como consecuencia de una generalizada desconfianza hacia los gremios que agrupan a los empleados de la salud, los trabajadores del hospital San José, de Pergamino, se autoconvocaron.

Se declararon en asamblea permanente y comenzaron a discutir las distintas medidas de fuerza para enfrentar el ajustazo de Scioli-Cristina.

La autoconvocatoria terminó recibiendo la adhesión de todos los gremios que participan en el hospital (Cicop, ATE y UPCN). Se designó como representante a Norberto Glavinovich -de Tribuna Estatal- para hablar en los actos, en las concentraciones y con los medios; también se votó un paro a realizarse el 4 de julio, con un corte de la avenida frente al hospital.

Los autoconvocados del hospital participaron, con una delegación, en la movilización por el centro de la ciudad junto a FEB, AJB, Udocba, ATE y CTA -de la que también participó el Partido Obrero de Pergamino con sus banderas.

Un fenómeno nuevo se registra en la presencia de policías movilizados con sus reclamos. La quiebra del aparato del Estado es de tal profundidad que su columna vertebral no puede ser sostenida.

Se remarcó la necesidad de que los gremios acuerden un plan de lucha unificado, votado en asambleas generales y en plenarios de delegados con mandato.

Además del pago inmediato del medio aguinaldo, se defiende la apertura de paritarias sin techo, la eliminación del impuesto a las ganancias y de los topes en las asignaciones familiares, el 82% móvil para los jubilados así como el rechazo al trabajo precarizado y tercerizado.

Quedó claro en el debate en el seno de la autoconvocatoria que la situación que atraviesan los estatales bonaerenses no es la consecuencia de un mero enfrentamiento entre Scioli y el kirchnerismo, sino que responde a un cuadro de crisis generalizada, en medio de la cual se subsidia a los empresarios amigos del gobierno, se cumple con el pago de la deuda externa y se gravan los salarios, en tanto que la especulación financiera no paga ningún impuesto.

El viernes 6, el paro fue contundente y nuevamente se realizó, a media mañana, un corte y quema de cubiertas frente al hospital.

La asamblea permanente ya discute un paro por 48 horas para la semana que viene y su continuidad.