Avanza la campaña naranja


Las elecciones del 6 de setiembre presentan al conjunto de los trabajadores una oportunidad histórica para luchar por una nueva dirección en el Sindicato de la Alimentación. No se trata solamente de destronar a Luis Morán -tarea por demás sentida en el conjunto del gremio-, sino de la necesidad histórica de desalojar al conjunto de la burocracia, para poner en pie un sindicato a la altura de la lucha contra el ajuste.


 


La quiebra de los hermanos Rasic, que eran dueños de Cresta Roja, expuso ante el conjunto del gremio los límites de la directiva de nuestro sindicato: durante todo el conflicto los trabajadores encontraron un gremio adaptado a los planes patronales; primero a los de Rasic, ahora a los de Ovoprot. La quiebra de la empresa fue pagada en su totalidad por los trabajadores: los que volvieron a trabajar resignaron salarios, mientras un gran porcentaje de la planta quedó afuera.


 


Como ya dijimos, la visita de Macri no sólo exhibía a Cresta Roja como una salida “ejemplar” al desmadre económico dejado por los kirchneristas, sino también a la pasividad de la Verde de Morán como una conducta a imitar. Los bloqueos y movilizaciones de los trabajadores despedidos, que concitaron una enorme solidaridad de los que están adentro, terminarán echando por tierra las mentiras.


 


Los trabajadores responden


 


En la ciudad de Rojas, la empresa avícola Bertone Hermanos estuvo tres meses sin pagarle a sus trabajadores. La respuesta del gremio fue “esperar a que mejoren las perspectivas de la empresa”. Los trabajadores advirtieron que, a pesar de las promesas, la quiebra era inminente, de manera que  tomaron el frigorífico, votando de manera inmediata una comisión provisoria en reemplazo de los delegados de la Verde. Los trabajadores actuaron cuando las cámaras estaban repletas de pollos, por lo que pudieron recuperar buena parte de la deuda vendiendo la mercadería.


 


En Riera Kiskali, del Parque Industrial de Pilar, los trabajadores hicieron una primera huelga contra la instalación de molinetes para controlar los tiempos de baño, que fue derrotada por la posición conciliadora del sindicato. En los últimos días, ante numerosas suspensiones por “excesos de tiempo de baño” los trabajadores volvieron a parar.


 


Un sinfín de establecimientos ni siquiera tienen delegados, por lo que las empresas hacen y deshacen a voluntad. En los últimos días, la patronal de Nutrifrost despidió una veintena de trabajadores sin que el gremio haya ensayado una respuesta. En Arcor Salto, los despidos también pasan sin respuesta, mientras la Verde reparte chorizos para captar votos.


 


La Verde en campaña


 


La lista Verde salió a decir que mentíamos cuando sostuvimos que los “45 años de Luis Morán (secretario general del sindicato) no habían dejado un atisbo de vida democrática en el STIA Provincia”. ¿Mentíamos?


 


En la misma semana que la Verde decía eso, una patota impidió que difundamos nuestra campaña en Granja Tres Arroyos de Capitán Sarmiento. A la siguiente semana, una patota encabezada por barrabravas acompañó el plenario de delegados desarrollado en Quilmes, al grito de “si viene la Naranja qué quilombo se va a armar”. No hacen más que confirmar a cada paso nuestras críticas.


 


Una primera conquista que muchos trabajadores nos han reconocido es que, gracias a la postulación de la Naranja, han podido conocer al gremio. Años de ausencia y ahora recorren fábricas, regalan chorizos y pagan viajes y hoteles a troche y moche.


 


Nuestra campaña


 


Los trabajadores y delegados que componemos la Lista Naranja estamos realizando una campaña a pata y pulmón para llevar nuestras propuestas a las más de 200 fábricas del gremio.


 


En cada fábrica que llegamos la realidad es la misma; las empresas avanzan y el gremio deja pasar. La sola existencia de una oposición antiburocrática es saludada como un avance por el conjunto de los trabajadores del gremio. Vamos por núcleos de la Naranja en todas las fábricas y por 500 fiscales para evitar el fraude que prepara la Verde.


 


Vamos por una nueva dirección en el STIA Buenos Aires, para enfrentar el ajuste en Nutrifrost, Bertone, Bimbo, Cresta Roja y en toda la provincia.


Esto recién empieza.