Lxs docentes del Colegio Saint Exupéry están en lucha. Hace dos meses unieron fuerzas para reclamar en conjunto lo que les corresponde: el pago integral de sus salarios en tiempo y forma, los aportes a la jubilación y a la seguridad social, tener acceso a sus recibos de sueldo y la elaboración de un plan de pagos para cobrar lo que se les adeuda. Lejos de ahogarse, lxs trabajadores reivindican con esta lucha de clase la imagen ensuciada por la patronal del gran escritor de El Principito, Antoine Saint-Exupéry, que con sabiduría afirmó que “si ordenas a tu pueblo que vaya a arrojarse al mar, hará una revolución”.

El Colegio Saint Exupéry (Paidella S.A) ubicado en la localidad Sarandí de Avellaneda, tiene un largo historial en el ataque sistemático a los derechos de lxs trabajadores docentes. En sintonía con las privatizaciones y la precarización laboral, este instituto de enseñanza privada surgió a mediados de los ‘90 y sobrevivió a todos los gobiernos. Pero 2015, bajo el gobierno kirchnerista con Daniel Scioli como gobernador en la provincia, las maestras y maestros de primaria se plantaron exigiendo el cumplimiento de sus derechos y el pago correspondientes de sus salarios, donde el colegio junto a la orientación de SADOP (el sindicato) respondió cerrando el nivel jardín y primario dejando a las familias sin trabajo.

Esta vez es el turno del nivel secundario y sus profesores que se encuentran en huelga hace más de un mes. Desde hace años, tanto docentes como preceptores, preceptoras y directivos desfilan por los pasillos y al poco tiempo renuncian al ver que el Colegio no paga los salarios, no hace los aportes correspondientes a la jubilación y a la seguridad social y no entrega los recibos de sueldos. Por su parte, funcionarios, inspectores y sindicatos hacen la vista gorda a estas irregularidades y va pasando el agua bajo el puente. Así, los verdaderos responsables que están detrás de esta sociedad anónima que lucra con la educación pueden esquivar las balas y salir ilesos. Sin embargo, no se puede escapar la figura de Liliana Norma Colavolpe, que según el instagram del colegio es la “ideóloga pedagógica mentora”, pero es en realidad compareciente de la sociedad anónima. Tampoco su hija, Liliana Encarnación “Cany” Cordo, la “asesora pedagógica”, que solo es profesora de Literatura, pero sabotea la huelga docente dando clases de todas las materias a espaldas de los profesores.

Tras los reclamos desde la patronal insisten en que “no pueden pagarles por la pandemia y la disminución en la percepción de las cuotas”.

Lxs docentes apostaron al diálogo con las autoridades desde un inicio con un reclamo claro y justo por el salario que les corresponde y que necesitan para garantizar la continuidad pedagógica de lxs estudiantes y para mantener a sus familias. Deben enfrentar los gastos de conectividad y destrucción de equipos tecnológicos por las excesivas jornadas laborales que llevan adelante, porque el Colegio al igual que el estado con las escuelas públicas, tampoco cumplen en brindar las herramientas de trabajo y de estudio. Es por eso que el camino del diálogo resultó intransitable: el colegio respondió continuamente dilatando la situación sin ofrecer soluciones reales. Les ofrecieron un 40% del salario a mitad de mes alegando que los padres pagaban en esa fecha, los eliminaron de grupos de WhatsApp por estar adheridos al reclamo, eliminaron los comentarios que hacían en los classroom sobre el conflicto y dieron clases de sus materias a sus espaldas contactándose por privado con estudiantes y familias. Frente a esto siguen en lucha sosteniendo la retención de crédito laboral hasta que las autoridades del colegio se dignen a plantear una solución concreta.

La organización surgió de las bases, dado que hay pocos docentes afiliados a sindicatos y ningún delegado en el colegio. Comenzaron con asambleas virtuales en las cuales desarrollaron su conciencia aprendiendo a defenderse con actividades sindicales y adoptando los métodos históricos de la clase trabajadora. Atravesaron por todas las instancias burocráticas de comunicarle su disconformidad a la patronal y el conflicto al Ministerio de Trabajo, a la inspectora regional y al SADOP. Lejos de prestarle una mano, el sindicato dirigido por Jorge Kalinger que debería defender los derechos de los trabajadores les dio la espalda con la extorsión de que no los podían ayudar si no estaban afiliados al gremio. Una actitud típica de la burocracia sindical como la pudimos ver también hace un mes cuando Baradel salió a defender al gobierno tras una paritaria nacional del 0% de aumento y a la provincia de Axel Kicillof que quiere desalojar violentamente a las familias sin vivienda en Guernica con el presidente de un motín policial en vez de reclamar unas paritarias del 40%, como obtuvo la maldita policía bonaerense que mató a Facundo días después del conflicto.

 

Convocamos a toda la comunidad educativa de Avellaneda y aledaños a tomar ésta perspectiva de lucha y unir fuerzas, no sólo contra quienes no pagan sino contra quienes además implementan políticas de destrucción del estatuto docente y precarización laboral a lxs estudiantes terciarios y como lo es el plan ATR que acaba de lanzar el gobernador Kicillof junto al ministro de Educación Nicolás Trotta. El gobierno municipal, provincial y nacional viene llevando adelante un ataque brutal a los derechos de lxs estudiantes y trabajadores de la educación y los sindicatos están dejando pasar todo este ataque. Los Sutebas multicolor marcan el camino de la docencia en lucha.

Reclamamos:

● Pago integral de los salarios adeudados y de los aportes jubilatorios

● No a los cierre de cursos ni escuelas, estatización de toda escuela privada que cierre. Ningún docente sin trabajo y ningún alumnado sin docente.

● Por actos públicos masivos que cubran la totalidad de los cargos y suplencias.

● Plan de lucha con la multicolor provincial.