“La de Bahía Blanca y Coronel Dorrego –explica– era la única regional opositora de la CTA. En las elecciones anteriores, cuando la burocracia se presentó unida, ganó una lista de oposición que defendía la independencia política de la Central. Ahora, frente a esta división de la burocracia, que se operó de espaldas a los trabajadores, han decidido dar ‘libertad de acción’, sin comprometerse. Al mismo tiempo, han incorporado a su lista local a gente que abiertamente hace campaña por De Genaro. Es un ‘degennarismo’ vergonzante”.

– ¿Cómo tomó el activismo esa postura?

– Ha producido confusión y hasta desmoralización. Una regional antes opositora ahora retrocede, dice ‘no fumo’ y se niega a intervenir en las elecciones nacionales, con lo cual pasa a formar parte de todos esos caciques que cuidan la quinta propia.

– ¿Cómo intervenir en esa situación?

– Nuestra lista, integrada por compañeros del Suteba, de docentes universitarios, por activistas barriales y de otros gremios y sectores, presenta una alternativa independiente ante ese proceso de crisis. Estamos en una profunda discusión con el activismo, porque la regional ni siquiera hace frente al fraude que se viene, con padrones inflados y hasta la inclusión de seccionales que antes no estaban en la regional.

– ¿Tuvo repercusión la campaña por el 82 por ciento en las jubilaciones?

– Tuvo mucha repercusión. Encontramos muy buena respuesta en las mesas que se colocaron en el centro, en las plazas. Se juntaron muchas firmas y la campaña tuvo repercusión en los medios, en la televisión y en las radios. Sin duda, es un problema que los trabajadores tienen muy presente.