Sindicales

11/4/2022

No docentes UBA

Balance de las elecciones de APUBA

El Frente de Recuperación Gremial tiene el desafío de transformar el descontento con la burocracia en organización.

Delegado Apuba Sociales

Imagen: Apuba.org

El pasado jueves 7 de abril se realizaron las elecciones de Comisión Directiva del sindicato Apuba, que nuclea a los trabajadores no docentes de la Universidad de Buenos Aires. El oficialismo, que dirige el gremio desde 1994, se impuso con un 90% frente al 10% que obtuvo el Frente de Recuperación que encabezamos desde la Agrupación Bordó e integró al conjunto del activismo antiburocrático de Apuba.

Este amplio triunfo oficialista se explica por diversas razones, pero no implica que no haya un malestar muy importante entre los trabajadores no docentes que recogimos en las distintas recorridas que realizamos en la universidad durante la campaña.

En primer lugar, Apuba convocó las elecciones en el verano y cuando el trabajo presencial se concentraba exclusivamente en los hospitales universitarios, con un 70% de trabajadores cumpliendo funciones de manera remota, situación que aún se mantiene parcialmente en algunos sectores, dificultando la juntada de avales exigidos, el armado de la lista y la realización de la campaña en sí.

Esta situación de aislamiento reforzó aún más al aparato de Apuba que, con excepción de la Facultad de Ciencias Sociales, mantiene el control de 23 de las 24 comisiones internas, con una ligazón profunda con las autoridades de cada instituto y con una integración con la gestión del rector Barbieri que designó a dirigentes de Apuba con cargos de funcionarios en su gabinete. Este ingreso de Apuba a la gestión del rectorado fue la excusa para que abandonen una bandera histórica de los trabajadores no docentes como es su reconocimiento como claustro y el derecho de voz y voto en el cogobierno universitario.

Por otra parte, durante los cuatro años pasados desde la última elección a esta la actividad del Frente de Recuperación Gremial se limitó casi exclusivamente a la Facultad de Ciencias Sociales donde dirigimos la interna desde 2008, con excepción del período 2011-12 donde fue dirigida por un sector vinculado a la directiva de Apuba que entregó derechos y conquistas a las autoridades a cambio de prebendas para ellos generando un enorme repudio entre los trabajadores, lo que nos permitió recuperar la interna en la siguiente elección. En el resto de la universidad nuestra actividad fue de errática a nula, con excepción de distintas acciones de lucha por el constante deterioro de nuestra obra social, Dosuba.

Esta debilidad del Frente se plasmó durante la propia elección, donde no pudimos llegar a fiscalizar las 76 urnas.

La campaña del FRG y los desafíos que se vienen

El Frente de Recuperación Gremial realizó una intensa campaña durante los últimos dos meses, recorriendo todos los institutos, algunos de ellos varias veces, lo que nos permitió conversar con miles de compañeros y compañeras.

Un enorme malestar recorre la universidad, producto de la falta de recategorizaciones en la carrera administrativa, donde recursos que se liberan en un sector son redirigidos arbitrariamente a otros afines a la burocracia y los funcionarios. Encontramos compañeros con hasta 30 años de antigüedad, próximos a su jubilación, que se encuentran en la categoría inicial.

Las paritarias a la baja firmadas durante los últimos 8 años, la debacle de nuestra obra social y la perspectiva de una jubilación de hambre por el abandono por parte de Apuba de la lucha por el 82% móvil son otros motivos de bronca entre no docentes.

Capítulo aparte es el malestar de los trabajadores asistenciales, aproximadamente un tercio del total de no docentes de la UBA, que trabajaron incansablemente durante la pandemia, enfermando masivamente y con varios compañeros fallecidos, sin haber recibido ningún reconocimiento por parte de la universidad. Ni siquiera un bono que se podría haber financiado con el ahorro que significó tener las 13 facultades cerradas durante 2 años.

Este malestar que describimos no se reflejó en las urnas. En muchos casos compañeros manifestaron adhesión a nuestros planteos pero un temor a represalias de la burocracia. En muchos otros casos, compañeros nos informaban que se habían desafiliado en rechazo a la política de la burocracia.

En algunos institutos pudimos sortear estas dificultades y obtener elecciones superiores al 20%. Además de Sociales, donde perdimos ajustadamente y donde dos tercios de los no docentes no están afiliados, realizamos elecciones importantes en Tisionemulogía, en el Instituto Roffo, en Agronomía y en Odontología, donde la burocracia está fuertemente cuestionada y realizó toda una serie de irregularidades durante la elección.

El Frente de Recuperación Gremial tiene el desafío de transformar este descontento en organización. Debemos encarar una campaña de reafiliación de los sectores descontentos, presentar listas antiburocráticas en las próximas elecciones de comisiones internas y desarrollar una actividad militante regular en el conjunto de la UBA.