Balance de las elecciones de delegados en Trolebuses


El pasado 20 de marzo se realizaron las elecciones de delegados de Tamse Trolebuses. La Lista Unidad (Ortuta) alcanzó el 41% de los votos. El actual cuerpo de delegados se fracturó y se desplomó al 8%. Una lista conformada por la empresa y el gobierno municipal ganó la elección con el 51%.


 


La Lista Unidad concentró el apoyo y la participación de todo el activismo, y creció más del 10% en relación con la elección anterior. Se conformó una verdadera agrupación que batalló en todas las casillas y puntas de línea, que presentó un programa y lo defendió prácticamente. Luchó contra el vaciamiento, reclamando 44 unidades nuevas frente al Concejo Deliberante. Denunció el desconocimiento de las licencias médicas. Defendió el salario íntegramente. Supo rechazar las sanciones arbitrarias. Propuso ante la UTA la discusión de un convenio colectivo para la mujer trabajadora.


 


Cuando la patronal y el Estado se percataron de que la Lista Unidad podía ganar, se unificaron con la vieja burocracia de la UTA y comenzaron una campaña de aprietes y prebendas, para evitar ese desenlace, incluso desechando al viejo cuerpo de delegados. Pero para que esa lista pudiera ganar, se necesitó la intervención de la nueva conducción de la UTA, particularmente de sus secretarios general y adjunto, Salerno y Diani. 


 


En la UTA se desarrolla un enorme proceso antiburocrático entre las bases, signado por las luchas contra el vaciamiento y por el salario, que se expresa en forma permanente mediante asambleas y paros. El año pasado se produjo el desplazamiento de la vieja burocracia ligada al vaciamiento, por una lista integrada, en parte, por activistas. Ahora ese proceso se presentó en Trolebuses y fue obstaculizado por la propia nueva conducción, que elegió apoyar a la empresa, antes que al clasismo. 


 


En el caso de las elecciones de Autobuses Santa Fe, la conducción posibilitó que la desacreditada burocracia anterior mantuviera el cuerpo de delegados (perdiendo la mitad de los votos), al decidir presentar cuatro listas más, Ortuta había llamado a conformar un frente único.


 


Para enfrentar la situación convulsiva, a pedido del intendente y las empresas, la UTA nacional vino hasta Córdoba e intimó a la conducción seccional a los fines de que discipline a sus bases. Como ello es imposible, se menea la amenaza de la intervención.


 


En un plenario reciente, la Ortuta acaba de resolver extender las campañas y el método que desarrollamos en las elecciones de Troles y Autobuses, para reagrupar a todo el activismo desde las bases. En primer lugar, exigir a la conducción que convoque asamblea y se movilice el 31 de marzo, y que las patronales se hagan cargo del impuesto al salario. En segundo lugar, exigir un plan de inversiones que parta de la incorporación de 1.200 unidades para garantizar la defensa de un transporte de calidad, con mejor frecuencia, condiciones de trabajo y mayores fuentes laborales. Se resolvió un plan de agitación general. El activismo que se encuentra en minoría en la conducción apoya esta perspectiva.