Sindicales

11/12/2008|1067

Balance de las elecciones en la Unión Ferroviaria

La lista Verde de la burocracia de Pedraza ya tenía ganada, sin sobresaltos, las elecciones a comisión ejecutiva y cuerpos de delegados en la Unión Ferroviaria: se presentaba en  una lista única nacional y tenía oposición en sólo tres de las 28 seccionales.

La burocracia, sin embargo, tuvo un éxito adicional. Ha pasado a controlar ahora la comisión ejecutiva de Victoria y el cuerpo de delegados del Mitre que,  junto con el cuerpo de delegados del Sarmiento, era  una de las pocas representaciones dirigidas por el activismo.

El MST rompió con la Bordó, la lista que agrupaba al activismo, y armó la Lista Violeta por sus diferencias de aparato con Izquierda Socialista. Así provocó una enorme confusión y división en el activismo. En la campaña electoral, el MST centró el ataque en la Bordó, no en la Burocracia de la Verde.

En  un faccionalismo sin precedentes, sus volantes y sus pintadas  asimilaban a los Bordó con Pedraza. Los resultados de esta nefasta campaña sólo favorecieron a la Verde. Los resultados, si bien fueron nocivos para la Bordó en el Mitre, fueron peores para el MST, que perdió todos sus cargos en la Ejecutiva de Victoria y todos los delegados del Mitre. En el Sarmiento, la política del MST hizo que se perdiera la seccional contra Pedraza y ellos perdieron todos sus delegados.

Mientras despliega campañas de frente único con la Sociedad Rural y la Federación Agraria, mientras llama a la “unidad” a Solanas, a Lozano, a Macaluse y a cuanto aventurero ande suelto para conformar una fracasada “nueva izquierda”; mientras no tiene ningún empacho en ir de forro de la interna de ATE entregando a los luchadores  en el Francés, o de cola de ratón del PCR en docentes, el MST ataca violentamente a luchadores y delegados ferroviarios que tienen todos los días la dura lucha de enfrentar a la patronal negrera de TBA y a la burocracia repodrida de Pedraza.

El MST no sólo no es la “nueva opción” que se abre en el ferrocarril. Es el ejemplo vivo de lo que hay que repudiar. Como el alacrán, han picado en el medio del río a quien los llevaba en andas. Pero en la fábula está la respuesta. Su faccionalismo y su descomposición política son “más fuertes que ellos”.