Apenas se habían comenzado a contar los votos cuando la dirección de la CTA de las y los Trabajadores anunció que “en una elección transparente y con alta participación de las afiliadas y afiliados de la central, y escrutadas más del 70% de las urnas, la Lista 10 se impone ampliamente por más del 91% de los votos a nivel nacional”.

Así, la elección terminó igual que como comenzó, con un fraude escandaloso y un dibujo en base a un padrón kilométrico –más de 500 mil afiliados declarados- que jamás fue entregado a la oposición.

El fraude sumó además la eliminación masiva de afiliados de la opositora Lista 6 Multicolor del padrón definitivo (muchos de ellos candidatos), desconocimiento del lugar de votación hasta el mismo día de la elección (lo que hizo imposible avisar a las y los afiliados dónde debían votar), agregado de gente de la lista oficialista que no estaba en el padrón en el mismo momento de la votación, urnas volantes que más que volantes eran “voladoras” y no pasaban por los lugares establecidos, entrega tardía de certificaciones para los fiscales y falta de boletas de la Multicolor en las mesas de votación.

Vaciamiento y clandestinidad

Si no tuvo nada de “transparente”, mucho menos fue “con alta participación de las afiliadas y afiliados”. La Multicolor presentó lista nacional, siete listas provinciales y 23 listas regionales y locales.

Los centenares de fiscales actuantes –en su amplísima mayoría aportados por la Coordinadora Sindical Clasista- limitaron en buena medida los porcentajes de fraude, lo que permitió verificar que en los lugares controlados la votación estuvo por debajo del 30%.

Los 500 mil se transforman así en casi la quinta parte, de una cifra total de afiliados que, además, es incomprobable.

En estas condiciones, la elección fue raquítica, y puso de relieve el enorme vaciamiento producido por el yaskismo en la CTA, en una elección que fue clandestina, desconocida, ocultada por la dirección de Yasky y Baradel.

¿Para qué se presentó la Multicolor?

La Multicolor se presentó para ofrecer una salida al conjunto de les trabajadores de la central, que están dando luchas a brazo partido (docentes, médicos, trabajadores de la salud, estatales), a los que la burocracia sindical bloquea y entrega para sostener el ajuste de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa. Para enfrentar a la dirigencia sindical más integrada al gobierno que aplica el ajuste del FMI, que condena a las y los trabajadores a salarios de pobreza y a la precarización laboral. Para colaborar en la tarea de imponer el paro nacional y un plan de lucha debatido por el colectivo de la CTA, y abrir una salida para el conjunto de los trabajadores.

Lista 4 del PTS, divisionista y pro K

La elección se desenvolvió en un contexto político decisivo, con la crisis económica, la inflación y los anuncios de mayores ajustes de parte del gobierno peronista a todo vapor, cuando Hugo Yasky y Roberto Baradel se sentaron con el embajador yanqui para dar garantías de que dejarían pasar el ajuste del FMI.

En ese contexto, con el único objeto de la autoproclamación, el PTS rompió el frente único multicolor, en un acto consciente de colaboración con la burocracia sindical kirchnerista y el gobierno ajustador, y que buscó sembrar confusión en la base multicolor de todo el país.

Los resultados

Los cómputos nacionales son desconocidos, y motivo de manipulación de parte de Yasky y Baradel.

En el cuadro de una elección ultrarreducida, que pasó inadvertida para la inmensa mayoría de los afiliados, la Multicolor hizo una elección importante .

En la provincia de Neuquén, enfrentando al patotero Carlos Quintriqueo, obtuvo pisos del 15% y techos de casi el 40%, más de 1.700 votos, a pesar de que a media mañana ya se habían terminado las boletas multis, lo que dejó durante horas sin poder votar a centenares de compañeres.

En contraposición, la Lista 4 divisionista del PTS obtuvo 298 votos a escala nacional, lo que impidió que la Multicolor obtenga representación por minoría en los congresales de esa provincia.

En la provincia de Buenos Aires la conformación de 13 listas regionales y locales, esencialmente conformadas por Tribuna Docente, permitieron conquistar 2.300 votos, más del doble de la lista divisionista del PTS, en una campaña básicamente desenvuelta por la Coordinadora Sindical Clasista. Tomando las mesas de las escuelas, las que fueron completamente fiscalizadas, en Matanza la Multicolor sacó el 37% de los votos contra el 56% de la burocracia celeste, en tanto el PTS sólo alcanzó el 3,5%.

La Lista Multicolor superó a los divisionistas en todas las regionales y seccionales, y en toda la provincia. Lo mismo pasó en todas las jurisdicciones, incluso en CABA donde la elección fue pareja; en las mesas docentes que se lograron fiscalizar por los afiliados a UTE de la Multicolor también la lista 6 salió con el doble de votación que la lista 4.. En Concepción del Uruguay, les compañeres de TD, que conformaron la lista, sacaron el 27% de los votos. En Mendoza, la 6 Multicolor, constituida por les compañeres de Tribuna Docente y Tribuna Estatal, superó al PTS por más del doble, y en Chubut, en Madryn, obtuvieron 10 veces más que la Lista 4, y en las escuelas disputaron 33 a 55% con la dirección celeste.

Tareas

A pesar del carácter marginal de la elección de la CTA, de una punta a la otra del país se reforzaron los lazos de la Multicolor con les trabajadores que enfrentan al ajuste y a la entreguista burocracia sindical yaskysta.

La Multicolor, la Coordinadora Sindical Clasista y sus agrupaciones (Tribuna Docente, Tribuna Estatal, la Naranja Universitaria, los Judiciales en Lucha, la Naranja del Subte, Actuemos -actores-, Tribuna de la Salud) colocan el capital acumulado en un año de lucha por medio del frente único contra la burocracia celeste en las elecciones de Suteba, Ctera y la CTA-T, por una nueva dirección, independiente del gobierno y del FMI, para organizar e impulsar los fuertes procesos de lucha que protagonizan docentes, estatales, trabajadores de la salud, judiciales.