Sindicales
8/5/2014|1313
Balance de una reunión clasista en zona norte
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El viernes 2 de mayo, una delegación del Partido Obrero y la Coordinadora Sindical Clasista asistió, invitada por el Suteba Tigre, a una reunión con diferentes organizaciones sindicales y políticas de la zona norte del gran Buenos Aires que integran el encuentro realizado en Atlanta.
El propósito de los presentes fue la organización de un encuentro de activistas sindicales de la zona como reproducción del realizado en Atlanta, puesto que una de las únicas resoluciones de aquel evento fue hacer eventos regionales. La otra, la formación de una mesa nacional.
De lo escuchado allí dedujimos que la invitación al PO (y, según se dijo, al Sutna San Fernando), fue iniciativa de algunos grupos políticos, contra la posición del PTS. Un compañero del Nuevo MAS, expresó la necesidad de realizar un plenario nacional de la izquierda y el movimiento obrero.
Caracterizamos la invitación que nos fue hecha como una oportunidad, enseguida después del gran acto del 1º de Mayo, para explorar la posibilidad de una actividad común, sin condicionamientos previos de una u otra parte. Nuestra expectativa era desarrollar las posibilidades de frente único en cada sindicato y organización sindical de empresa, en la zona norte, en el marco de una coordinación, y clarificar que la estrategia política de esa coordinación sería la independencia de clase del movimiento obrero en todos los terrenos. Destacamos la conquista que representaba el Frente de Izquierda como referencia política de millones de trabajadores, y la necesidad de profundizar la unidad de la izquierda y el movimiento obrero.
Quizá por aquello de que no hay peor astilla que la del propio palo, la posibilidad de un intercambio de planteos fue abortada por nuestros aliados en el Frente de Izquierda, en especial (por lejos) el PTS, por medio de un ultimátum de adhesión al Encuentro de Atlanta. Es un ultimatismo significativo, porque tuvo lugar un par de horas después del 1º de Mayo, en el cual el PTS mostró una escasa capacidad de convocatoria y un cuestionamiento, por lo tanto, de sus métodos políticos.
Es necesario distinguir la necesidad de acercar a un trabajo en los sindicatos a luchadores que no se identifican con la izquierda revolucionaria (solamente por ahora, porque el resultado de todo trabajo común será ese acercamiento), del contrabando político que significa meter a dirigentes de cuño político antagónico, bajo la cobertura de una trabajo sindical “transversal”, o sea superestructural, pues no supone un frente único en cada lugar de trabajo o sindicato. La izquierda democratizante ‘pluralista’, que fracasó con Pino Solanas y Claudio Lozano, o con Luis Zamora, necesita la oportunidad de una disolución o divisionismo del Frente de Izquierda, para reagrupar fuerzas y salir de un ostracismo que podría ser final. En vísperas de las elecciones de la CTA, llamamos la atención para la contradicción insalvable que significa acercar (incorporar) a la coordinación ‘transversal’ a sectores filo CTA (como el “Perro” Santillán) y alejar de la lucha contra la dirección centroizquierdista de la CTA a sectores clasistas.
En nuestras relaciones con los luchadores y nuestra clase, no aceptamos ninguna clase de ultimatismos. Estamos abiertos siempre a debatir las posiciones que sean.