Sindicales

6/5/2022

Bancarios: otra paritaria a la baja

Sergio Palazzo, secretario general de La Bancaria y diputado K

La firma del acuerdo paritario 2022 desnuda la puesta en escena del último paro nacional. La amenaza de una lucha sostenida contra la intransigencia patronal terminó en una negociación apurada que no sale de lo previsible: el 60% escalonado en 4 cuotas no tiene un real impacto en el poder adquisitivo de los salarios ya que no es acumulativo y se aplica sobre una base de cálculo desfasada (diciembre 2021). Al ser escalonado no contempla pagos retroactivos ni compensa la pérdida pasada de los salarios.

La instancia (única) de revisión se fija para el último trimestre del año donde la estimación inflacionaria ya va a haber pulverizado el poder de compra de los sueldos. Todo en línea con lo ocurrido en los últimos años.

Quedan fuera del acuerdo todos los tercerizados de la actividad (cada vez más); es decir, el personal de maestranza y seguridad, call center, sistemas, comercializadoras, y consultoras. O sea, una fracción muy importante de los trabajadores de los bancos.

Los aspectos más “progresistas” del acuerdo que se subrayan son los vinculados a la guardería universal y los gastos de teletrabajo. La lectura minuciosa del acta paritaria deja al descubierto que se trata de reivindicaciones ya alcanzadas por la vía jurídica y legal. Lo referido a gastos de conectividad surge de una ley sancionada (y con vigencia) hace más de un año cuyo cumplimiento jamás se garantizó y es muy dudoso que se haga en el futuro.

Solo se mencionan valores diarios y la simple alusión a que con más de 4 días de teletrabajo al mes corresponde el pago. Nada dice sobre las condiciones del pago, la forma en que se mide, la regulación, la provisión de insumos y un amplio etcétera. De manera que está instrumentación caerá en el mismo saco roto que el día femenino, los adicionales de convenio y otras tantas figuras legales contempladas en el convenio pero que no se respetan ni se garantizan en ninguna entidad bancaria.

La “guardería universal”, con vigencia dentro de un año (a partir de marzo 2023), que el sindicato presenta como una gran conquista replica un artículo de la Ley de Contrato de Trabajo que establece la obligatoriedad del pago de los gastos de guardería para toda empresa (no solo bancos sino cualquier empresa) con más de 100 trabajadores que no disponga de un establecimiento destinado a tal fin.

Vale aclarar que la reglamentación de este artículo, sobre la ley original de 1974, se hizo efectiva en octubre de 2021. En rigor el sindicato debería explicar por qué no ha hecho nada para asegurar su cumplimiento hasta ahora, como ocurre con muchas conquistas del convenio colectivo.

En síntesis: estamos ante una nueva paritaria a la baja que, además de consolidar las pérdidas salariales, ignoró todos los otros grandes problemas del gremio: los despidos y cierres de sucursales, la precarización laboral extendida, la sobrecarga laboral por el achique de las plantas permanentes.