La semana pasada, los trabajadores bancarios realizamos un histórico paro de 48 horas con altísimo nivel de acatamiento. Además, en ambas jornadas los trabajadores salimos a la calle a movilizarnos en contra del ajuste. Los bancarios mostramos el repudio al cepo que el gobierno y las patronales bancarias le ponen a una compensación salarial.

Está claro que el principal enemigo en esta batalla es el gobierno nacional, que no pierde oportunidad en negar la caída del salario real y la necesidad de una compensación, incluso a los jubilados. Es inocultable que la inflación y el impuesto al salario han destrozado una paritaria bancaria absolutamente insuficiente.

El sindicato viene desarrollando reuniones extraoficiales con las cámaras patronales y busca el pago de un bono que desinfle el nivel de combatividad que se vive en el día a día de cada banco. Por supuesto que las direcciones adictas a Palazzo trabajan activamente contra un proceso real de organización en los lugares de trabajo que, de a poco, gana protagonismo en las movilizaciones.

Luego de concluida esta nueva jornada de paro y movilización el sindicato se llamó a silencio y no volvió a informar ningún avance sobre las negociaciones. Pero tampoco anticipó qué nuevas medidas se tomarán frente a la intransigencia patronal.

Desde estas páginas, ya hemos anticipado que para ganar esta pelea hay que ir a fondo. La histórica huelga docente que logró romper el cepo salarial a principio de año nos demostró con creces que ante un gobierno ajustador el método es el paro escalonado y la huelga general hasta ganar.

Los bancarios hemos demostrado con más de diez paros a lo largo del 2014 que nos sobra voluntad de lucha. Desde la Agrupación Tribuna Bancaria, entendemos que el gremio debe continuar esta semana con una medida de 72 horas que empalme con el paro y movilización a Plaza de Mayo del 20 convocada por la CTA-Micheli.