Sindicales
21/5/1998|585
Banco Patricios: Momentos de decisión
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Al momento de llegar este periódico al compañero lector, el proceso de licitación del Patricios estará virtualmente terminado. Es decir que la farsa montada por los burócratas del BCRA para entregarlo al Banco Mayo se habrá consumado. Pero no sería de extrañar que en un tiempo no demasiado extenso la banca internacional que no apareció en esta licitación termine quedándose entonces con el Mayo y el Patricios, dada la fuerte ofensiva concentradora del capital financiero internacional. En este terreno no hay nada nuevo bajo el sol.
Pero entre los trabajadores sí
El escenario recurrente de los últimos años en el gremio bancario fue el de las derrotas sin lucha, de la mano de la burocracia sindical. Esto vale para las privatizaciones, las fusiones y las absorciones con su secuela de miles de despidos. Los casos del Caseros y del Federal y del convenio del Banco Hipotecario, donde se establecen condiciones extremas de flexibilización laboral, son una demostración palmaria de esto. La política llevada adelante en el conflicto del Patricios, por el contrario, constituye la contracara de lo anterior. Las asambleas generales como instancia permanente de deliberación y resolución, la organización del cuerpo de delegados de base en todas las sucursales y sectores, la incorporación creciente de nuevas camadas de activistas a todas las tareas votadas por las asambleas, la firmeza puesta de manifiesto en todos los paros y movilizaciones, la formación de piquetes, la discusión y votación de la plataforma de reivindicaciones en las asambleas, constituyen sin dudas la aplicación de una correcta orientación clasista durante el transcurso de toda esta lucha.
Esa política y esos métodos son los que han permitido, precisamente, superar todos los momentos de retroceso o confusión, todas las trampas y maniobras orquestadas desde la vieja patronal, desde el BCRA y, desde la semana pasada, desde la patronal del Mayo, que desembarcó a todo galope tratando de intimidar o confundir a los compañeros.
No les salió nada bien, el lunes la inmensa mayoría del personal volvió a parar, se movilizó desde las sucursales a Casa Central, realizó la movilización al BCRA, y luego de ello votó por unanimidad en una nueva asamblea general la continuidad del paro y la realización ... en ese mismo momento de una marcha al Banco Mayo.
La presencia de la movilización, de las consignas, de los bombos y los cohetes, le arruinó los festejos a Beraja. Tuvo que bajar del pedestal para acordar una reunión con la gremial del Patricios. Allí las cosas van a ser claras: no vamos a aceptar ni un solo despido, no vamos a aceptar que ningún compañero del Banco sea despojado compulsivamente de su puesto de trabajo.
De otra forma, la lucha sigue.