“El mejor plan de acción es que Axel Kicillof vuelva a ser gobernador” declaró Baradel a Página12 reafirmando el alineamiento, inconsulto, de Suteba con la reelección del candidato del Frente de Todos. No por repetida, la afirmación del secretario general celeste y dirigente de la Cta Yasky es menos brutal al querer reducir la organización gremial a una unidad básica del peronismo fondomonetarista. La subordinación de Suteba al Estado patrón va de la mano de la consabida apología del “gobernador amigo”  de los docentes y de un acuerdo paritario en cuotas, que en el 2022 dejó a la mayoría de la docencia por debajo de la canasta de pobreza.

De la mano de la burocracia, los nacionales y populares naturalizaron desde hace años el doble y triple cargo como “jornada normal” y a los básicos bajo el umbral de la indigencia, hoy en 65.000 pesos. Baradel y la dirección de Suteba -y la Ctera- son ” conductores responsables” del ajuste de Kicillof y Sileoni, director de escuelas bonaerenses.

El apoyo a la reelección como “plan de lucha” es un salto en la política de estatización del sindicato. Baradel habla como un dirigente en campaña electoral con el propósito de disciplinar a la base docente, anticipando su negativa a todo plan de lucha y movilización que confronte con el gobierno. Resumiendo: una burocracia carnera que elaboró como tesis oficial que ser revolucionario es “ir a trabajar”, una declaración antihuelgas que supera todos los ataques que promovieron la exgobernadora Vidal y el macrismo.

Más allá del sometimiento a Kicillof, que ninguna asamblea ni plenario o congreso puso a consideración de los afiliados, Baradel baja línea sobre la paritaria 2023 que el gobierno pretende condicionar a un techo del 60%, con un 30% en el primer cuatrimestre y el restante después del receso de invierno. Una vez más, los salarios son variable de ajuste siguiendo el libreto del pacto de Massa y los Fernández con el FMI.

La conducción celeste prioriza la reelección y, por lo tanto, la ausencia de conflictos y luchas por encima del deteriorado ingreso de la docencia y cuando la devaluación del peso crece al compás de una inflación que vuelve a subir con los tarifazos, impuestazos y aumento de los alimentos.

Baradel cogestiona el ajuste con Kicillof y se comportan como el caballo del comisario en Educación de la provincia de Buenos Aires. Mientras rechaza de palabra, y por ahora, la declaración de Ley de Esencialidad en las Aulas que promueven Finocchiaro y el macrismo, ataca a la Multicolor por impulsar los paros que la Celeste condena. Se han adaptado por completo a la reforma laboral y a la legislación antihuelgas, en nombre del apoyo al gobierno nacional y popular. El último congreso ordinario de Suteba volvió a la carga con el ” convenio colectivo” para legalizar las formas precarias de trabajo que afectan a miles de docentes bonaerenses. La dirección de Suteba avala la reelección de Kicillof y se cura en salud frente al avance sin antecedentes de la precarización laboral con los programas “socioeducativos” por fuera del Estatuto del Docente y sin derechos estatutarios ni laborales.

Las declaraciones de Baradel confirman el camino sin salida que representa reclamarle a la burocracia amiga que se ponga a la cabeza de los reclamos, un latiguillo habitual en una franja de la izquierda. Frente a este llamado, abierto al carnereaje, la respuesta debe ser la movilización por un plan de lucha para imponer un salario igual a la canasta familiar y el pase a la planta orgánica funcionales de todos los docentes con contratos a término.

Enfrentando a la tregua permanente decretada por la conducción de Suteba y de las burocracias del Frente de Unidad Docente Bonaerense, preparemos con la Multicolor y las seccionales combativas el plenario provincial de delegados para votar un plan de lucha y el no inicio. No a la estatización del Suteba. Por un sindicato independiente del gobierno y del Estado patrón.