El sábado 30 de julio falleció el trabajador Germán Cofian en momentos que desarrollaba tareas en el Cerro Catedral. La lesión fatal se ocasionó cuando un cable de acero de una polea de sillas impactó contra su cuerpo. German trabajaba hace 18 años en el cerro.

Se trata de la segunda muerte obrera evitable en los últimos dos años. En 2020 falleció el trabajador Mario Ruiz a consecuencia de una avalancha en ocasión de la reapertura del complejo turístico. La empresa Capsa (Catedral Alta Patagonia) tiene la explotación del cerro por el plazo de 50 años y forma parte del grupo de los hermanos Trappa, quien también tiene el monopolio del transporte con la empresa Vía Bariloche.

La concesión del servicio fue otorgada por el actual intendente Gustavo Genuzzo, de Juntos Somos Río Negro, y apoyada por la mayoría de los bloques políticos, como también por el actual sindicato de comercio. La empresa aduce que el hecho se trata de un caso fortuito y lo cataloga como “accidente laboral”. Sin embargo, la raíz de la cuestión es que asistimos a muertes obreras totalmente evitable y que se producen a consecuencia de la superexplotación laboral, la polifuncionalidad de tareas y el lucro capitalista.

En el caso de la muerte del año 2020 existió una presión de la empresa, a la cual el Estado accedió, a una reapertura apresurada, aumentando los ritmos de trabajo y violando todos los protocolos de bioseguridad. En el actual caso, otra vez, la polifuncionalidad, falta de protocolos y elementos de trabajo en mal estado. Las y los trabajadores denuncian la pésima condición de la ropa de trabajo, aparatos de comunicación en estados obsoletos y una presión para trabajar con mayores ritmos.

Todo este cuadro, que es la base de las muertes obreras, es responsabilidad de la empresa en complicidad del Estado y los gobiernos. Luego de la muerte del año 2020, las inspecciones del Ministerio de Trabajo no obtuvieron ningún resultado.

Asimismo, la dirección sindical de comercio repudia el hecho, pero no toma ninguna medida de fuerza que imponga los reclamos.

Es vital la organización de base de las y los trabajadores del cerro con un programa claro: elaboración, control y cumplimiento de los protocolos de bioseguridad por comisiones obreras electas en asamblea, pase a planta permanente de las y los precarizados, salario igual al costo de la canasta familiar. El Partido Obrero abraza a la familia del trabajador y acompaña la demanda de Justicia.

Es imperioso la organización obrera independiente para evitar nuevas muertes obrera y la lucha por mejores condiciones de trabajo y salariales.

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