Sindicales

6/8/2020

Basta de suspensiones en Aerolíneas Austral

Técnicos aeronáuticos de La Pista

La aparición de casos de Covid-19 entre los técnicos aeronáuticos de Ezeiza y Aeroparque puso en evidencia la irracional decisión de la patronal camporista de suspender a la mitad de la fuerza laboral, en base a un listado armado entre la burocracia de la gremial Apta y la empresa .

Con el correr de los días se pudo ver que los suspendidos pertenecían en un 75% a la oposición, lo que incluía a muchos delegados, lo que está expresamente prohibido por la ley; solo la reacción airada de los mismos llevó a la patronal a retroceder en este punto. Sin embargo, el objetivo de “sacar de circulación” a lo mejor del activismo antipatronal, para evitar que pudieran ser un factor de organización para enfrentar la flexibilidad en marcha, no previó que entre estos trabajadores está lo más calificado y comprometido con la continuidad de la empresa y sus recursos principales: los aviones y los trabajadores.

Así es que, ante la necesidad de reemplazar a equipos de trabajadores enteros para aislar a los contactos cercanos, la patronal apeló al recurso de aumentar la frecuencia laboral de los grupos disponibles, acelerando los tiempos de rotación de los mismos.  Esto generó entre los compañeros descontento y preocupación, ya que al intensificarse sus tareas se aumenta la exposición al virus, siendo que hay trabajadores disponibles pero suspendidos.

Con la disparada de contagios se va camino a desatar un caos por los vencimientos en los tiempos de chequeo de los aviones inactivos, que deben inspeccionarse permanentemente en toda una serie de funciones y parámetros para garantizar que una vez reactivados los vuelos no se corra el menor riesgo.

La vulgaridad incompetente y corrupta de las patronales de Aerolíneas-Austral, nombradas a dedo por los diferentes gobiernos, ha demostrado ser el factor principal de déficits  e improductividades. Quisieron demostrar que hay centenares de compañeros “que sobran” para justificar futuros despidos, pero han demostrado que los que sobran son ellos.

El componente adicional es la injusticia manifiesta a dos bandas. Compañeros que quieren trabajar y no los dejan, y otros siendo superexplotados habiendo mano de obra disponible. Los suspendidos han perdido los adicionales por tarea específica y los viáticos. Quienes trabajan no cobraron hasta ahora el viático, aunque hay una promesa de abonarles el 50%. Como al resto de los trabajadores suspendidos del grupo, el salario se está pagando en negro (la patronal solo paga la obra social) y la pérdida del salario alcanza el 45%, ya que la paritaria vencida en septiembre nunca se reunió.

Mientras el gobierno, los burócratas sindicales y la oposición se unen para festejar el pago a los buitres, los trabajadores pagamos su fiesta.

Decimos “¡basta de suspensiones!” y reclamamos el reparto de las tareas de mantenimiento entre toda la fuerza laboral disponible, sin afectar los salarios, que deben aumentarse de inmediato para compensar la inflación; el pago total de viáticos y rubros; y que sean los propios trabajadores quienes organicen la formación de los grupos de trabajo, sus rotaciones y tareas específicas.