Días después de haber hablado sobre la “relajación” del sistema de salud, hecho que provocó un profundo rechazo del conjunto de los trabajadores, el presidente Alberto Fernández anunció un bono de 6.500 pesos para los trabajadores de la salud (pública y privada) por el lapso de tres meses. El anuncio fue realizado el 19 de abril en el marco del anuncio de ampliación de la Red de Emergencia Sanitaria Federal.

Recién un mes después, el 18 de mayo, la medida fue oficializada mediante el decreto Decreto 332/2021, publicado en el Boletín Oficial. Allí se establece que el pago del mismo será durante “tres períodos mensuales consecutivos”, aunque en ningún lugar de la norma se especifica a qué meses corresponde el pago.

Sin embargo, al cumplirse casi dos meses del anuncio -y un mes de su publicación en el Boletín Oficial- ni un solo trabajador de la salud ha cobrado el bono. Cabe destacar, además, que debido a la inflación promedio de 4% mensual, el monto anunciado ya se ha devaluado fuertemente. Para ponerlo en números, cuando cobremos finalmente el bono, los 6.500 pesos tendrán un valor aproximado de 5.900 pesos al momento de su anuncio (abril 2021).

Mientras el gobierno sigue dilatando el pago del bono, las direcciones sindicales, tanto del sector privado como el público, mantienen un silencio de radio. No han hecho público ningún reclamo sobre este punto, y mucho menos debatido la realización de alguna medida de fuerza para reclamar el pago del bono.

Impulsamos la realización de asambleas en los lugares de trabajo y resolver acciones de lucha para exigir el inmediato pago del bono, y su indexación mensual de acuerdo a la inflación, para defender su poder de compra. En el caso del sector privado, este reclamo debe empalmarse con un plan de lucha por la paritaria, ya que se han vencido o se encuentran próximas a vencer las paritarias 2020, y las patronales ya han anunciado su voluntad de suspender las mismas.