Sindicales

10/2/2022

Bridgestone: un bono que “no se aplicaba en los últimos 15 años”

Alejandro Crespo, secretario general del Sutna, explica los alcances de la conquista de los obreros de Llavallol.

Fede Imas, Ojo Obrero Fotografía

La conquista del Sutna del pago de un bono de “participación en las ganancias” en la empresa Bridgestone, que supera los $700.000 ha impactado en todos los medios nacionales y es motivo de comentarios en los lugares de trabajo.

Entrevistamos a Alejandro Crespo, secretario general del Sutna y de la dirección clasista y combativa que viene dando que hablar en el movimiento obrero.

El Sutna es noticia nacional por la obtención del pago del bono por ganancias en Bridgestone ¿En qué consiste?

AC: Esta cláusula comenzó como una imposición de la patronal de Bridgestone de hacer participar a los trabajadores de sus supuestas pérdidas. En el año 2001 ante el armado de una falsa crisis, con el acompañamiento de la burocracia que dirigía el sindicato, amenazando a los trabajadores de que se iban a quedar sin trabajo, forzó una baja salarial del 40%. Para hacer pasar semejante daño al poder adquisitivo de los trabajadores, utilizó esta cláusula bajo la promesa de que iba a compensar lo perdido. Con el correr de los años, esta cláusula terminó siendo letra muerta, tal es así que los últimos 15 se pagó dos veces con cifras irrisorias, unos 7 mil pesos.

Atravesando diferentes gobiernos, kirchneristas, macristas, y en la última etapa, supuestamente, los resultados de los ejercicios seguías siendo negativos. Sólo cambió esta constante cuando los trabajadores tomaron el control del sindicato y la seccional Llavallol, expulsando a la burocracia de todos los rincones del sindicato.

Esto no es un relámpago en cielo sereno, es una conquista más de los trabajadores luego de luchar y obtener paritarias récord con aumentos del salario real, aún en los momentos más difíciles, rechazando exitosamente todo ataque de las patronales cuando éstas argumentaban sus crisis por Macri o por la pandemia. Y, particularmente en Bridgestone, nos encontramos con premios y bonos que si bien estaban acordados su resultado siempre era negativo. El bono a la producción general, prácticamente no se pagó en todos estos años, aún durante este ejercicio que termino dando positivo. Si se acumularían todas las sumas no pagas por este premio a la producción general, se arribaría a sumas similares a estas del bono de ganancias.

Activamos premios sectoriales, recategorizamos a decenas de trabajadores, terminamos con 250 contratos basura pasados a planta permanente que ahora también serán beneficiados por este bono. Todo esto, en una secuencia de más de diez reuniones en el ministerio de trabajo y en ámbito privado, donde reclamamos los balances de los últimos años para exigir que se clarifique porqué no se estaba pagando este bono de ganancias.

El clima en la planta era de mucha tensión entre los trabajadores. Los trabajadores que nos votaron masivamente, con más del 73% de sus votos, no solo votaron apoyando a la conducción clasista, sino también expresando su repudio a la burocracia y a la prepotente actitud patronal.

El pago del adelanto de 365 mil pesos, que viene a tratar de poner paños fríos al enojo conjunto de los trabajadores, al revés, es un impulso para toda la planta para continuar con la lucha por el conjunto de las mejoras que siguen pendientes en Bridgestone y en todo el gremio.

El sindicato del neumático, a diferencia de las burocracias sindicales que dirigen las centrales obreras, los últimos años ha tenido paritarias por encima de la inflación, que han trascendido por elevar el salario real de los trabajadores del neumático. Una del año 2020-2021, del 55,2% de aumento, quedando varios puntos por encima de la inflación, y posteriormente el acuerdo, que aún está vigente, que a ocho meses de su firma incorporó un 50% de aumento a la hora de trabajo cuando la inflación ronda el 30% en este período, y por el cual el mes que viene tenemos una revisión, donde el sindicato adelanta que va a reclamar un mayor aumento.

¿Qué lugar tiene la reciente recuperación de la seccional Llavallol, a manos de los trabajadores, en este logro?

AC: Esto, claramente, tiene una doble influencia. Por un lado, es tener una conducción honesta, que esté con los trabajadores, que ponga toda su capacidad gremial para investigar, revisar y reclamar por cada punto, los balances, las actas, buscando cada detalle que pueda utilizarse en favor de los trabajadores y organizando activa y conscientemente al conjunto de los compañeros. Y, por otro lado, la recuperación de la seccional es el símbolo de un cambio notorio, colocado por los trabajadores que votaron masivamente a una posición de lucha, clasista, y con ello también mostraron su compromiso de actuar por sus intereses y su disposición para sostener sus reclamos por medio de la acción colectiva. La recuperación de la seccional precipitó que la patronal tuviera que definir su respuesta a cada uno de los reclamos.

El Sutna es visto por muchos trabajadores como una referencia de conquistas salariales y laborales ¿Qué mensaje tienen ustedes para el movimiento obrero en el marco del pacto ajustador del gobierno con el FMI?

AC: Nosotros entendemos que toda dirección obrera tiene como principal objetivo unir a los trabajadores y organizarlos para aumentar la relación de fuerza y pelear por todos los intereses de cada lugar y de la clase trabajadora en su conjunto.

Si las centrales sindicales no estarían controladas por la burocracia y realmente estarían en la lucha real por los intereses de los trabajadores, y no intereses mezquinos, individuales, la situación de conjunto cambiaria. Porque lo primero que hay que tener es un salario que cubra las necesidades mes a mes, las necesidades reales de los trabajadores, cubriendo la canasta familiar real que existe en estos momentos de suba inflacionaria récord en nuestro país.

Si nosotros lograríamos, como trabajadores, tener cada uno de los puestos de dirección en manos nuestras, y ponerlos a disposición de cada lucha, la situación el conjunto de los compañeros del país cambiaría.

Necesitamos centrales sindicales independientes de los gobiernos de turno, trabajadores organizados, para poder luchar realmente por sus intereses y no caer en falsas promesas mágicas de proyectos o circunstancias momentáneas propagandísticas.

Mientras tengamos una dirección de las centrales sindicales que permitan que se pierda poder adquisitivo, años a año, estamos ante una dirección obrera que boicotea la acción de la propia clase. Por eso luchamos por direcciones sindicales que sean clasistas, antiburocráticas y de lucha, independientes de todo gobierno y al servicio de los trabajadores.

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