Finalmente y pese a que estaba anunciado en los medios, no hubo corte a la bajada de la autopista La Plata-Buenos Aires. La decisión corrió por cuenta de los convocantes -ATE, CTA, Utep y agrupaciones afines- que se retiraron a 200 metros del lugar para hacer un acto arriba de la rotonda. Antes de eso, una importante delegación del Astillero Río Santiago (ARS) y de organizaciones de izquierda habíamos cortado las adyacencias a la autopista durante un buen rato cuando ya era vox populi que las direcciones sindicales habían dado marcha atrás con el corte.

En esta misma línea, ATE Provincia no movió un dedo para organizar el “paro provincial” que al igual que la “jornada nacional” quedó librada a lo que se hiciera en cada lugar. Una forma de fragmentar y dividir una respuesta de lucha unificada a la declaración de guerra de Milei contra los estatales -que están en la mira inmediata- y para derrotar el decretazo antiobrero y entregador del patrimonio nacional.

La pista de lo que iba a ocurrir con el no corte la dio el plenario de delegados de ATE en La Plata, (realizado el día anterior) donde la burocracia fue renuente a cortar, dejó el paro al garete, y anunció un ” plan de lucha” para movilizar el día en que se trate la Ley Fiscal en la legislatura bonaerense. Un apoyo al nuevo endeudamiento que pide Kicillof por unos 1.800 millones de dólares. Muy grave cuando el gobernador pateó para el año que viene la reapertura de paritarias haciéndose eco del “no hay plata”, pese a la inflación brutal de diciembre y a la que se proyecta aún mayor para enero y febrero.

Como el gobierno nacional, Kicillof quiere licuar los salarios estatales y docentes con inflación. No cortar fue una decisión consciente de la burocracia para no agitar las aguas que salpican a Kicillof. Incluso al precio de chocar con la delegación del Astillero que bajó a la calle al margen de la dirección de ATE Ensenada. Una muestra del clima que va creciendo en una fábrica que está en el filo de la motosierra. Banegas, el secretario general de ATE Ensenada, usó la tribuna del acto para insistir en que hay que ir de “menor a mayor”, y que por eso no cortaron. La burocracia va a menos.

En el megadecretazo de Milei se hace mención expresa a la reconversión de las empresas del estado en sociedades anónimas como paso previo a la privatización. Fue Waisejko, el presidente del Astillero y burócrata de la CTA Yasky, el que pretendió y fracasó en transformar al ARS en una sociedad de Estado con el apoyo entonces de todas las fracciones de las CTAs y los intendentes peronistas de la región. La derecha abreva en las capitulaciones del peronismo.

La mano de Kicillof fue evidente para desactivar el corte de la Autopista, más allá de que Carlos Bianco, vocero del Kici, había dicho que el protocolo de Bullrich no iba a aplicarse en la provincia de Buenos Aires. Esta larga integración de ATE y CTA al gobierno tiene consecuencias muy negativas porque desmoviliza a los trabajadores en medio de los cacerolazos y cuando se congelan los sueldos y jubilaciones en el estado bonaerense hasta nuevo aviso. Axel Kicillof pateó la paritaria a enero, señal de que no habrá reapertura ni “compensación” por el garrotazo inflacionario de fin de año. Al estirar una definición, Kicillof pretende llegar a fines de febrero haciendo caja con los salarios.

El acto -armado para no cortar- fue largo y con varios sellos y satélites del kicillofismo  con uso generoso del micŕofono. El Colo de Isasi de la CTA Autónoma bajó la línea oficial y se explayó sobre la “resistencia” que librarán ATE y la CTA en las cámaras con los diputados y senadores de Unión por la Patria, y con la iglesia y el arzobispo de La Plata. El mismo verso desmovilizador que se escuchó una semana atrás en el “plenario regional” realizado en el camping de ATE de Punta Lara. Esta vez la burocracia de ATE no pudo sostener la cantinela derrotista y conciliadora que aseguraba que no es momento de salir a la calle, pero al igual que entonces el “paro nacional” brilló por su ausencia.

El paro “provincial”, que había anunciado ATE, no pasó de un saludo a la bandera salvo en el Astillero Río Santiago donde se paró desde las 10 horas porque el horno no está para bollos. Incluso en el ARS abundaron las maniobras y recién a última hora se confirmó el paro. Hasta entonces la “jornada” estaba circunscripta a los delegados. El paro en el Astillero fue masivo.

Mientras tanto corre la cuenta regresiva del DNU y la reforma laboral antiobrera que saluda toda la casta capitalista. La tarea de la hora es enfrentar cada ataque incluido el congelamiento salarial en la provincia de Buenos Aires. Abajo el decretazo y el protocolo represivo.

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