Sindicales
12/3/1992|352
Docentes
Buenos Aires: La peste de Duhalde y la cólera de los maestros

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El gobierno provincial bonaerense ha lanzado un plan minucioso de demolición de la escuela pública. La pregonada “lucha contra los ñoquis” es sólo la cortina de humo de un operativo en favor de la educación privad a y de la desescolarización en masa.
La columna vertebral de la "reforma” es la reducción del número de grados, a partir de la imposición de un mínimo de 30 chicos por curso. “Si en una escuela hay una sección de 20 chicos y en otra quedaron 10, éstos se tendrán que trasladar a aquélla” “explicó” la Farías de Castro, titular de educación. Los padres tienen que optar entre esa promiscuidad o la escuela privada o parroquial. Esto lleva al cierre de grados y de escuelas (acaba de cerrar sus puertas la escuela NB 7 de San Isidro y hay otras en la misma situación).
La '‘reforma’1 también suspende la asignación por “ruralidad", rebajando el salario docente y provocando el vaciamiento de las escuelas de las zonas carenciadas. Se transfieren a los municipios las salas de 3 y años del jardín de infantes, lo que en comunas empobrecidas significa decretar su cierre gradual.
Una consecuencia de todo esto es dejar sin trabajo a miles de maestros (“o los maestros se ubican en otros lados o quedarán en disponibilidad", ha dicho también la Farías de Castro).
Todo esto se combina con el traslado de los comedores escolares al área de Acción Social, mientras se anuncia la intención de trasladarlos a las comunas, justo cuando se anuncia el propósito de disminuir el aporte provincial a sus presupuestos. Es decir que se prepara la “racionalización” de los comedores y por esta vía una reducción aun mayor de la matrícula escolar.
La “reforma" impone igualmente la “flexibilización laboral”. Se eliminan licencias y vacaciones, lo cual, entre otras cosas, convierte a tos suplentes en parías, con 6 días de licencia al año y la liquidación de la licencia por maternidad.
El gobierno provincial promete, sin embargo, una mejora salarial en marzo para directores e inspectores y a mitad de año para el resto de docentes, sobre la base de los ahorros que se obtendrían de la “racionalización”. En Santa Fe, el mismo plan y la misma promesa terminó en un aumento de seis pesos y medio. No pueden esperar mucho más los docentes bonaerenses, si se considera que la provincia ha tenido que postergar hasta junio la recepción de los colegios nacionales debido a la llamada "falta de recursos".
Pacto
Ante esta situación, el Suteba, la Federación Bonaerense y los sindicatos privados habían decidido recibir la iniciación de las clases con un paro de 24 horas. Pero a último momento el paro se levantó, y se firmó, en su lugar, un pacto con los punteros educacionales” de Duhalde. El "acuerdo” integra una comisión con los sindicatos para "discutir " la aplicación de la "reforma "cuya vigencia se mantiene. El único punto que el gobierno presentó como una "concesión”, la suspensión de las modificaciones al régimen de licencias, está en veremos, pues la Farías de Castro solo acepta "reunirse” para "modificar aspectos del reglamento”. El compromiso de los sindicatos es “garantizar el ciclo lectivo, es decir 185 días de clase para 1992" (La Nación, 7/3).
Qué hacer
Fruto de este inmenso manoseo la situación en las escuelas es de bronca. La ofensiva planteada por la "reforma” se une a la indefensión de maestros y alumnos frente al cólera, pues en el mejor de los casos se ha procedido a la limpieza de los tanques y al reparto de lavandina, pero no hay control de la potabilidad del agua, ni purificadores, ni personal para cubrir la limpieza de los sanitarios. Es decir, se está ante un ataque mayúsculo y ante la "borrada" de las direcciones sindicales.
1992 se perfila como el año de la gran peste menemista contra las escuelas y como el de la gran cólera de maestros y alumnos.
“Sábados escolares": Qué pasa en San Luis
A comienzos de año, el gobierno de San Luis anunció la incorporación de los sábados como días de dase y una serie de textos escolares que exaltan a Rodríguez Saa. De inmediato, comenzaron a constituirse comisiones de padres contra la asistencia los sábados y los textos “truchos". Cuando en febrero, los docentes retomaron a las escuelas y tomaron contacto con estas comisiones de padres, el gobierno pensó que podía quebrar la movilización en desarrollo con una adicional de 100 pesos por “presentismo”, condicionado a la concreción de un calendario de 200 días de dase. En las asambleas docentes que se realizaron luego de este “anuncio” y en la reunión de la “multisectorial”, el PO planteó exigir que los 100 pesos sean incorporados, sin condiciones, al básico docente.
El lunes 2—día de inicio de las clases— una movilización de un millar de padres, alumnos y docentes recorrió San Luis. Al finalizar la misma, una delegación integrada por la dirección docente provincial y por la misma Mary Sánchez, se entrevistó con el gobierno. Al cabo de la entrevista, la Sánchez anunció a los manifestantes que “estaba todo arreglado, no se trabajará los sábados". Pero cuando se conoció el contenido del “paquete", la cosa era diferente: se aprobaban los sábados con carácter “optativo y experimental” y continuaba en pie el presentismo, condicionado precisamente a la concurrencia de los sábados. CTERA y la dirección docente provincial no hicieron sino ponerle la firma a la “reforma" de Rodríguez Saa.
En una nueva asamblea de la “multisectonar', numerosos docentes y padres repudiaron la traición de la burocracia de CTERA. En el primer sábado “laborable”, sólo trabajó el 20% de las escuelas, en medio de la rebelión de padres y docentes. Una nueva movilización fue convocada para el sábado 7 de marzo.
Amsafe: Reuteman consiguió copiloto
El gobierno de Reuteman había asegurado que su plan de “racionalización educativa" brindaría los medios para un aumento salarial importante para los docentes. Semejante promesa fue naturalmente apoyada por la directiva radical de AMSAFE. Al final el “aumento” que dispuso el gobierno fue pasar al básico 25 pesos de lo que se venía cobrando como suma fija, lo que implica un aumento efectivo... de seis pesos con sesenta.
A partir de este anuncio, se montó todo un operativo para impedir un plan de lucha. El gobierno postergó la reanudación de las actividades en las escuelas para impedir el debate sobre el salario. En ese Ínterin — y en forma casi “clandestina” — la directiva de AMSAFE modificó los estatutos del gremio, con el objetivo central de impedir la aprobación de planes de lucha, como se vio en la asamblea provincial que discutió la “oferta" del gobierno: la moción favorable a un plan de lucha —levantada por 'Tribuna” y un sector del activismo— obtuvo 7.000 votos (49%) mientras que el resto se repartió entre mociones por no parar, o hacerlo por 24 horas. Por las reformas introducidas al estatuto, es necesario el 51% de los votos para aprobar medidas superiores a las 24 horas de paro. En esas condiciones, se dispuso un paro de un día, que fue cumplido masivamente.
Pero luego del paro la dirección de AMSAFE comunicó su “aceptación "de la oferta gubernamental, y la continuación de las discusiones salariales... “pero de abril en adelante". La rendición inconsulta ante el gobierno ha generado una ola de repudio en las escuelas.
Conadu va a la huelga
Los docentes universitarios pararán por una semana desde el próximo lunes 16, cuando comienzan las clases en la mayoría de las universidades del interior. La decisión adoptada en un Congreso de delegados, revela la disposición de lucha existente: Buenos Aires, Salta, Litoral, Rosario, Comahue, Luján y Patagonia plantearon inclusive que el paro debía continuar hasta que un nuevo Congreso decidiera la continuidad de la huelga, por el aumento de salarios y contra la política de “privatización” universitaria.
La decisión del Congreso representa una derrota de la dirección de CONADU. El secretario general -Aníbal Velázquez— lanzó, antes del Congreso, un verdadero operativo rompehuelgas. Mediante una declaración personal a la prensa, Velázquez denunció, nada menos, que una “falta de representatividad” del gremio. Además de no referirse a las medidas de fuerza, acusó a los docentes por falta de colaboración para alcanzar la “excelencia” académica (La Nación, 4/3). Se trata —además— de una conducta reiterada de Velázquez a lo cual hay que sumar su pronunciamiento, en las últimas elecciones, en favor del candidato menemista de su provincia (Misiones).
Lo novedoso es que ahora se ha planteado una crisis más general en la dirección del gremio, un heterogéneo frente de peronistas, elementos francamente derechistas y la izquierda (Patria Libre). La dirección se dividió en tomo a la huelga y alrededor de la propia conducta del secretario general, el cual concluyó presentando su renuncia en el propio Congreso, con acusaciones a “minúsculos grupos de izquierda”. Esto último provocó que el “oficialismo” y muchos delegados afines a la dirección aunque rechazaran los términos de su dimisión redamaban a Velázquez la permanencia en su cargo
La crisis actual marca el fracaso de una política de creciente inmovilismo y de aceptación a la burocracia universitaria. La descomposición interna de la dirección abre un nuevo proceso político en el gremialismo universitario. Existía en CONADU un bloque de oposición, liderado por el PC, que fue incapaz de fijar una política alternativa. Habrá que ver si todo esto significa la oportunidad de un reagrupamiento sobre bases políticamente independientes.