Con el 30% en diciembre -récord en los últimos 32 años- la inflación acumulada en el 2023 llegará al 180%. Las proyecciones inflacionarias no bajan del 20% para enero y de un 220% para el 2024. Estamos frente a una colosal transferencia del bolsillo de los trabajadores a los capitalistas, donde el Estado interviene despóticamente (DNU y Ley Ómnibus) para abaratar y reducir los salarios de la clase trabajadora.

Sin paritarias

Kicillof tiene su propia versión de la Ley Ómnibus votada por la mayor parte de la oposición de derecha en la Legislatura bonaerense. Con esos votos el gobernador se aseguró la prolongación de la emergencia (uso discrecional de fondos) y el megaendeudamiento (1.800 millones más las letras ajustables al dólar y los créditos no ejecutados y tomados por Vidal con los organismos internacionales, totalizando 2.900 millones de dólares). El ajuste fiscal bonaerense viene con el impuestazo inmobiliario a la vivienda del 200% y el aumento de las patentes de automotores. Lo único congelado son los salarios estatales.

Después de algunos amagues, Kicillof “sinceró” que la discusión paritaria recién empezaría durante enero. Como viene ocurriendo, enero será el tanteo previo para estirar una definición de aumento salarial a fines de febrero y a cobrar en marzo. El último aumento con el esquema de actualización se percibió por última vez en noviembre. incumpliendo el gobierno con la clausula de revisión por inflación que debía haberse aplicado a fin de año.

En pleno shock inflacionario, los trabajadores y docentes bonaerenses acumulan una pérdida de 60 puntos que se suma a las pérdidas anteriores bajo el gobierno de Vidal y el primer mandato de Kicillof. El “gobernador amigo” hace caja licuando los salarios y jubilaciones.

Las burocracias convalidan

La CGT y las direcciones sindicales kicillofistas no pasan de las advertencias mientras dejan pasar este golpe contra los trabajadores bonaerenses para no incomodar a Kicillof. Baradel lo expresó brutalmente en el Congreso de Suteba de fines de noviembre cuando cargó contra la Multicolor docente advirtiéndole que se “olviden de los paros”. Por estos días las burocracias de ATE y Upcn pidieron que se reabra la cláusula de revisión salarial pero lo hacen después de haberse mostrado comprensivos con las “dificultades financieras” por las que atraviesa la provincia de Buenos Aires. A mediados de diciembre ya habían pintado como el retome de la paritaria una reunión a la que el gobierno los llamó para decirles que “no hay plata”.

Kiciĺlof les exigió a las burocracias de ambas CTAs que apoyen incondicionalmente el megaendeudamiento y la ley fiscal en la Legislatura como condición para garantizar el pago de sueldos y aguinaldos. Esta extorsión fue aceptada por ATE como una “salida” para concretar un futuro aumento de salarios, sin embargo, promulgada las leyes que reclamaba Kicillof, la reapertura de la paritaria estatal bonaerense 2023 y la apertura de la paritaria 2024 siguen sin fecha a la vista.

Un signo del derrumbe salarial es el pedido de ATE y Upcn de una compensación del 50% por la inflación de noviembre y diciembre. Los grandes silenciados siguen siendo Roberto Baradel y el Frente de Unidad Docente Bonaerense (Fudb) que no abren la boca. Dilatando una respuesta de acción, las burocracias sí encontraron tiempo para apoyar la bola de nieve de un endeudamiento provincial que va igualando a la tierra arrasada dejada en 2019 por María Eugenia Vidal. La “plata que no hay” para las paritarias sí existe para transferirle $116.000 millones a los intendentes bonaerenses que apoyaron el megaendeudamiento y la ley fiscal que lo complementa.

Pretender que una deuda de 2.900 millones de dólares es indolora es negar que el ajuste fiscal y de salarios operan como garantía de pago a los acreedores. En la mira de Milei está la “armonización” del Instituto de Previsión Social (IPS) con la Anses para desligar las jubilaciones de los salarios. Kicillof y su vocero Carlos Bianco amenazan además con un “patacón 2024” si la crisis de financiamiento o falta de préstamos conduce al default. Un patacón kicillofista terminaría de hundir y depreciar los salarios que paga el estado bonaerense mientras los acreedores recibirán este año mil millones de dólares.

Organizar el paro y plan de lucha en la provincia

El congelamiento salarial y la necesidad urgente de reabrir las paritarias bonaerenses son razones de peso para impulsar el paro nacional del 24/1 en la provincia. El reciente anuncio de ATE de una jornada nacional para el 15 de enero no define parar en las tierras de Kicillof a pesar de la enorme pérdida salarial. Organicemos el paro de ATE y el paro activo del 24/1, luchando por el salario, la defensa de las fuentes de trabajo y contra el decretazo y las leyes ómnibus nacional y provincial.

Asambleas, reapertura de paritaria e indexación de los salarios. Unidad de acción de los trabajadores.

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