El día lunes 2/8 el sindicato combativo Ademys convocó a la docencia a un paro de No Inicio luego del receso invernal, y concentración frente a Jefatura de Gobierno, y por la tarde a una asamblea para deliberar acerca de la continuidad del plan de lucha.

Días previos a la finalización del receso escolar, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presentó un borrador de protocolo que plantea una apertura irrestricta eliminando las burbujas, abriendo comedores escolares, habilitando actividades sin barbijo, entre otros. Sin embargo las escuelas permanecen subsumidas en diferentes y abultados problemas de infraestructura los cuales continúan sin ser resueltos, tampoco existe plan extraordinario que acondicione las escuelas para afrontar este periodo excepcional de pandemia. Es decir: nuevamente estamos ante una estafa de Larreta-Acuña que sin inversión alguna mantienen la línea bolsonarista de exposición de la salud y la vida de trabajadores, estudiantes y comunidades en horas en que la cepa Delta preocupa al mundo entero.

Otro motivo convocante del paro es el salario docente que se encuentra notablemente alejado del costo de la canasta básica familiar (cbf).

La suma de $ 44.087,00 para el cargo testigo ha quedado postrada ante el avance galopante de la inflación y la carestía, pese a las migajas que el gobierno ha sumado a los salarios, ningún aumento ha sido significativo frente al avance de la pérdida de poder adquisitivo salarial. La docencia, que ya se veía obligada a tomar dos cargos, en la actualidad aspiran al tercero para reunir la cobertura del costo de la canasta familiar sumando alquiler.

La situación de la docencia, les estudiantes y las comunidades es realmente acuciante por ello es fundamental continuar dando la batalla por reimpulsar un plan de lucha que lleve adelante los reclamos planteados en torno a la presencialidad ficticia de Larreta-Acuña, la desinversión educativa, la falta de entrega de dispositivos y conectividad, los salarios docentes de hambre y un largo listado de reclamos planteados por la pandemia y los previos.

A contramano de los reclamos docentes, la celeste de UTE-Ctera ha mirado para el lado contrario a les trabajadores de la educación, les estudiantes y las familias. Nuevamente como se repite a lo largo de los años, la conducción celeste le regala al gobierno porteño un comienzo ordenado de clases cuando lo que impera es la desorganización del sistema educativo que ha provocado este gobierno con el apañe por acción u omisión de una conducción sindical que no está dispuesta a romper los lazos vinculantes necesarios para garantizar la paz social.

Los sectores de la docencia combativa nos encontramos en estado de alerta y movilización y llamamos a profundizar la línea de intervención a partir de asambleas distritales y por escuela con medidas de organización y visibilización de los distintos problemas que surgen de la política de exposición por parte de Larreta de la vida y la salud de las comunidades.

Llamamos a la docencia a deliberar un curso de acción que rechace y enfrente el protocolo los cost de Larreta-Acuña, y las políticas de miseria, hambre y derrumbe educativo que desarrolla y promueve el gobierno de la CABA.

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