En una semana decisiva por la aplicación de la presencialidad completa sin burbujas ni distanciamiento social en secundaria, y la aceleración de los preparativos para hacerlo en primaria (incluyendo los comedores), Ademys realizó este lunes 9 un paro total de actividades con movilización al Ministerio de Salud de la Ciudad. Las fisuras que muestra la pretensión criminal de Larreta, Quirós y Acuña crujen bajo la suela de los zapatos de la docencia, les estudiantes y sus familias.

Como botón de muestra del descalabro que puede venir, la Escuela 22 situada en Parque Chacabuco, distrito 8, tiene aislados a todos los grados del segundo ciclo. Es decir, 8 de 14 grados, que suman más de 200 alumnos que estarán toda la semana aislados. Dos casos positivos y otros casos sospechosos han llevado a qué casi dos tercios de la escuela tengan que cumplir aislamiento en sus casas.

Situaciones similares se están dando en otros colegios como por ejemplo el Lengüitas donde 90 estudiantes tuvieron que ser aislados. Pese a esta situación, y aún con los directivos de la escuela aislados, siguen llegando mensajes a las familias para que a partir de la semana que viene los alumnos vayan jornada completa y empiece a funcionar el servicio de comedor, en los cuales el gobierno no garantiza que haya distancia social entre el total de estudiantes, aún a sabiendas que por la ingesta de alimentos van a estar sin el barbijo puesto.

Mientras eliminan las insuficientes canastas alimentarias que las familias retiraban de las escuelas mantienen los negocios de las contratistas, que continúan con sus contratos millonarios sin brindar los necesarios cuidados sanitarios ni realizando ninguna inversión para garantizar insumos y las condiciones necesarias.

La UTE, que no llamó a parar ni tampoco a plenario alguno desde hace meses, sí llama a que seamos veedores de esta política y controlemos el funcionamiento de los propios comedores. Pese a que en los hechos esto implica aceptar las nuevas condiciones de presencialidad completa.

La comunidad educativa tendrá la última palabra y el paro y medidas colectivas de la docencia no se pueden reemplazar con declaraciones, flyers o llamando a realizar una supuesta fiscalización de la apertura plena de las escuelas sin condiciones.

Situaciones tan claras como las de esta escuela se denuncian en otras y muestran que la medida de paro y movilización son necesarias para frenar cuanto antes una escalada de contagios, lo mismo que una asamblea unificada para organizarnos colectivamente.

En la propia escuela y en muchas más como el Liceo 9 o el Acosta se están desarrollando acciones por parte de las familias.

Llamamos a organizarnos por todos los reclamos en defensa de la educación y la salud y contra la política aperturista sin condiciones que pone en riesgo la salud de docentes, estudiantes y familias.