Trabajadores de las principales cadenas de cines, como Hoyts, Cinemark, Showcase y Cinepolis, se movilizaron a la sede del Sutep (Sindicato Único de Trabajadores del Espectáculo Público) ubicado en el barrio de Balvanera, para reclamarle al sindicato “que negocie con las empresas un salario digno”. Allí, entrevistamos a Micaela Fernández, quien renunció a su cargo de delegada frente a la inacción de la dirección del sindicato.

Ocurre que los sueldos de las y los empleados del sector, se encuentran entre los $38.000 y $40.000 mensuales, con una jornada de 8 horas y con seis francos mensuales, es decir, un régimen laboral de alta explotación con salarios que se encuentran apenas por encima de la canasta básica alimentaria (línea de indigencia) y muy por debajo de la línea de pobreza (en $70.000).

En particular, las y los cajeros de las cadenas de cines, denunciaron que hoy las empresas se encuentran en plena actividad y recaudando montos importantes: “nosotros como cajeros hacemos cajas de más de $100.000 por día, por cajero”.

Frente a los reclamos de las y los trabajadores para que se reabra la discusión salarial, el sindicato responde que “la paritaria está bien”, ignorando completamente los bajos salarios de sus afiliados, así como los pedidos de asambleas o medidas de fuerza: ante la disposición de los trabajadores a organizarse y luchar, la dirección sindical pone excusas y mira para otro lado.

La importante movilización es un emergente de la situación en el movimiento obrero: la salida de la cuarentena deja en evidencia un enorme retraso en los salarios. Frente a ello, el reclamo por “salarios dignos” equivale a luchar por la reapertura de la paritaria y un salario mínimo de $70.000 (equivalente a la Canasta de Pobreza), lo cual es fundamental para enfrentar la creciente inflación.

El método de la acción directa, paros y movilizaciones, y de la organización independiente frente a direcciones sindicales cómplices de las patronales, es la clave para conquistar estas reivindicaciones.