Sindicales
2/10/1997|559
Cambalache electoral en Bancarios
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El pasado jueves 4, hubo ‘elecciones’ nacionales, o mejor, cambalache electoral en la Asociación Bancaria, convocadas entre gallos y medianoche a fines de mayo pasado, con lista única. La antiburocrática Marrón Naranja 97 (integrada por PO, MST, MTA e independientes), impulsada por compañeros de una quincena de bancos (Patricios, Pcia. de Buenos Aires, Nación, Bansud y otros), fue manifiestamente proscripta, ya que se la obligó, en sólo diez días y sin derecho a prórroga, a presentar más de doscientos candidatos de al menos veinticinco seccionales de todo el país (la Asociación Bancaria posee más de sesenta).
Las ‘elecciones’ se dieron en un marco de creciente concentración y extranjerización de la banca, miles de despidos (40.000 puestos de trabajo perdidos desde el efecto tequila), liquidación de la estabilidad laboral, caída en picada del salario real (casi el 50% desde el inicio de la ‘convertibilidad’), desmantelamiento de la obra social (ISSB), extensión ilegal de la jornada de trabajo, etc. Todo esto, con la anuencia y complicidad de la burocracia en su conjunto y su pasaje a posiciones claramente patronales: Zanola es director de los privatizados bancos del Chaco y de Formosa, Andrés Castillo de la Caja de Ahorro, y José Barraza del municipal de Rosario, sólo por citar los casos más conocidos.
En este contexto, la Marrón Naranja llamó a los veintisiete mil afiliados del gremio a no votar. Aunque pomposamente la burocracia afirme que los bancarios votamos en forma masiva, según datos de la propia seccional Buenos Aires de la AB, votaron diez mil afiliados, es decir, un 37% del padrón, de los cuales, sólo 264 habrían votado en blanco y el resto por Zanola, datos difíciles de corroborar. Por citar un ejemplo, en la casa central del Banco Patricios, sobre un total de 106 afiliados, votaron sólo 42 (menos del 40%), de los cuales 6 votaron en blanco. Sin entrar a hacer un análisis pormenorizado de cada banco en particular, se pone de manifiesto que, aunque en forma aún incipiente, está en muchos bancarios la necesidad de una alternativa de lucha frente al descalabro producido en15 años de gestión zanolista.
Esta alternativa debe corporizarse en una continuidad y un trabajo sostenido de la Marrón Naranja y los activistas independientes que luchan a diario contra la burocracia, por la defensa del convenio, inmediato aumento salarial, un seguro al desocupado de 500 pesos, la recuperación de la obra social, junto a las demás reivindicaciones.