Sindicales

3/2/1993|382

Cambiar de rumbo (y de dirección)

La patronal y el gobierno le estan haciendo el cuento de la “buena pipa” a los trabajadores aeronáuticos —con la complicidad de las direcciones sindicales burocráticas.


A principios de diciembre fueron “licenciados” 775 trabajadores y desde entonces las direcciones sindicales vienen afirmando que no pueden salir a la lucha porque hay que seguir un camino de “legalidad”. Primero fue la “conciliación obligatoria” extendida una y otra vez. Finalizadas todas sus extensiones, el Ministerio estableció la etapa del “procedimiento de crisis de empresas”. Ahora, que éste termina, resolvió el “procedimiento de reestructuración productiva”.


El propósito obvio es desgastar a los trabajadores. Ya la mitad de los “licenciados” se ha visto obligada a “optar” por el retiro “voluntario”.


Frente a los diversos pronunciamientos a favor de la huelga, el Ministerio declaró a Aerolíneas “servicio público”, vetando el derecho de huelga.


En el transporte internacional, por ejemplo, hay que garantizar el 100% de los vuelos, y en los de cabotaje entre el 70 y el 100%.


El conflicto no está cerrado. Quedan aún 400 trabajadores “licenciados” y la empresa prepara nuevas medidas de super-explotación (revisión del convenio y nuevas cesantías), a través de la “reestructuración productiva”.


El cuerpo de delegados de APA (el gremio más numeroso) resolvió impulsar asambleas en cada base. Pero la dirección sindical, temerosa del pronunciamiento de los trabajadores, las boicoteó y las transformó en una jornada de agitación… sobre el público usuario.


Debemos sacar el balance. Se estan realizando reuniones de delegados opositores. Es necesaria una alternativa de direción frente a la burocracia impotente. Sin un giro, que lleve a una lucha abierta y franca, la patronal provocadora seguirá cebándose con sus provocaciones.


Asamblea general y plan de lucha de paros escalonados hasta llegar a la huelga. La CGT y la CTA deben lanzar un paro solidario para defender el derecho de huelga y quebrar la provocación de Iberia.