La crisis económica se ha agudizado. La depreciación del salario frente a la inflación y la suba indiscriminada de la canasta básica tiene responsables: los gobiernos nacional y provincial que con sus políticas nos empobrecen. La salida del exministro Guzman es la demostración clara del fracaso del gobierno, las consecuencias de esta bancarrota las terminamos pagando las y los trabajadores.

Las y los trabajadores docentes, junto al resto de la clase obrera, no podemos ser meros espectadores y no podemos aceptar que se siga profundizando el ajuste a costa de la educación pública y de nuestro poder adquisitivo. Hace pocos meses, la irrupción de miles de docentes en las asambleas y en las movilizaciones le puso un freno a los acostumbrados acuerdos a la baja del gobierno y de la conducción Azul-Arancibia. Ahora que el descalabro económico se cierne sobre nuestros salarios debemos retomar las calles.

El aguinaldo que debió haberse pagado en junio ya se encuentra con los plazos vencidos. Cada día que pasa se acrecienta la pérdida de nuestro poder adquisitivo. La conducción de UnTER Central ni siquiera ha emitido declaraciones y están permitiendo, sin lucha, que Carreras prosiga sus política antiobrera.

A las modificaciones curriculares, las continuas disposiciones arbitrarias de las direcciones de nivel, el vaciamiento presupuestario en infraestructura, la precarización laboral en aumento y la negativa del gobierno en incrementar los salarios las debemos enfrentar con la coordinación de todas y todos aquellos que realmente ponen en primer lugar los intereses de la docencia y la clase obrera.

Desde los plenarios abiertos que se llevaron adelante durante la pandemia para organizar la lucha contra la arbitrariedad del gobierno y la coordinación de las conducciones de oposición, junto a las agrupaciones antiburocráticas y docentes independientes en defensa de la democracia sindical y el salario docente, lograda en el último conflicto, ahora que van a profundizar el ajuste del FMI, se hace más necesario un frente único de lucha para reactivar el conflicto y organizar la lucha, y en ese marco, organizarnos también para recuperar el sindicato como herramienta para defender consecuentemente los verdaderos intereses de las y los trabajadores, independiente de los gobiernos y sus partidos políticos.

Hacemos un llamado a confluir en listas comunes para defender las seccionales conquistadas e ir por una UnTER independiente, democrático y combativa. Por una movilización para defender el salario, la recuperación del Ipross, la plena vigencia del Estatuto Docente, la defensa de las jubilaciones y de todos los reclamos pendientes de la docencia.

Hoy más que nunca se hace necesario un paro nacional y que como clase obrera intervengamos en esta crisis e impongamos nuestras demandas y necesidades.

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