Renegando de la tradición histórica de lucha de los trabajadores de ATE y en un proceso avanzado de descomposición personal, sindical y política, Roberto Macho se ha transformado en un peón del gobierno provincial.

Entregó a nuestro sindicato al gobierno al firmar un miserable 17% de aumento salarial en dos cuotas (12,5 anualizado), una cifra irrisoria aún por debajo del 25% en cuotas decretado por el gobernador en el 2016. Entregó a ATE sin lucha, implementado entre las fiestas de fin de año y con muchos trabajadores ya de licencia anual, un plebiscito que perdió en los grandes hospitales y otros sectores mayoritarios de Desarrollo Social y que manipuló mediante un escandaloso fraude, intentando fijar con esto un techo a todas las discusiones salariales de los estatales en Mendoza sentando un precedente que está siendo invocado por otros gobiernos provinciales.

 

Esta entrega también se confirmó en la complicidad con la privatización de EPTM y la sanción del Ecoparque, actuando en conjunto con el Ejecutivo en la persecusión a los dirigentes que encabezaban las luchas.

La baja de licencias gremiales a los compañeros y compañeras integrantes de la Comisión Directiva Provincial y de algunas seccionales opositores a las políticas antiobreras de Cornejo es otra muestra clara del rastrerismo político del secretario general de ATE . Esto, además de ser ilegal (la última reunión de Comisión Administrativa en mayoría ratificó todas las licencias y en el Consejo Directivo está sin quorum para sesionar) es la indicación más clara del armado de un aparato ilegal e ilegítimo de rentados no votados por nadie con los peores métodos de la burocracia sindical. Todo esto en un entramado de manejos arbitrarios y mafiosos que han incluído prácticas de amenazas a quienes no le responden, violencia de género, nombramiento de familiares en el sindicato, reuniones paritarias restringidas y cerradas y permanentes intentos de intervención de los cuerpos de delegados.

 

Los compañeros y compañeras que hemos sostenido las posiciones por las que fuimos votados estamos orgullosos de haber practicado las paritarias abiertas, libres y democráticas y de haber peleado junto a nuestros delegados y trabajadores por nuestros derechos sin dar tregua a ningún gobierno de turno.

 

Se equivoca el secretario general de ATE si cree que la baja de licencias gremiales le va a permitir seguir entregando impunemente nuestro sindicato al gobierno, primero porque seguiremos ejerciendo las responsabilidades de nuestros cargos de representación en el sindicato y segundo porque vemos claramente que la descomposición de

 

Macho lo está transformando en un personaje repudiado por la base de un gremio acostumbrado a no perder y pelear por sus conquistas y a no ser peón de los gobiernos de turno.

 

Cuando nos notifiquen las bajas de nuestras licencias gremiales volveremos orgullosos a nuestros lugares de trabajo y seguiremos construyendo organización para recuperar las banderas históricas de nuestra ATE.