Sindicales

1/7/2004|857

Carta abierta de Suteba al Intendente

El intendente municipal de Bahía Blanca, Rodolfo López, ha manifestado que le producen repulsión las acciones de los gremios estatales. Repulsión significa repugnancia, aversión.


Los trabajadores de la educación manifestamos que nos repugnan y nos indignan las injusticias a las que asistimos cotidianamente y contra las que hacemos oír nuestra protesta.


Que nos indigna que las políticas de ajuste del gobierno pretendan hacinar a los chicos en las aulas.


Que nos indigna saber que en Bahía Blanca 2.100 alumnos dejaron la escuela en el 2004, porque hay un sistema que excluye a sus padres del trabajo y de un salario digno y por lo tanto condena a sus hijos a vivir en la ignorancia.


Que nos indigna comprobar diariamente que para cientos de alumnos la escuela tiene sentido porque tiene comedor; que en muchas escuelas no hay borradores, ni boletines, ni tizas, ni calefacción.


Que nos indigna saber que la Ley Federal de Educación y la Reforma Educativa vaciaron a la escuela de contenido y desarticularon su estructura, y que hoy está en la Vicegobernación la responsable política de su implementación.


Que nos indigna mirar el recibo de sueldo y ver el salario básico congelado en 234 pesos desde el año 1993. Y saber que el gobierno aumentó el sueldo de los funcionarios de 3.000 a 6.000 pesos, o que este año se van del país 13.390 millones de pesos para seguir pagando los intereses de la ilegítima y fraudulenta deuda externa


Que nos indigna saber que esa cifra representa tres veces y media lo que el Estado nacional invierte en educación (3.907 millones de pesos)


El señor intendente también ha dicho que los trabajadores hemos avasallado los órganos de la democracia.


Desde el Suteba le decimos que todo este tiempo hemos hecho uso pleno de la democracia. Nuestra democracia, la democracia de los trabajadores, es la democracia de las asambleas. La de participar y opinar libremente y luego decidir por mayoría.


Que en ese ejercicio nos sentimos más plenos como seres humanos y más dignos como trabajadores.


Que cuando encaminamos nuestros pasos hacia el Concejo Deliberante lo hemos hecho con respeto y haciendo uso de nuestro legítimo derecho de peticionar.


Que es muy fácil comprobar si nuestros dichos son ciertos; sólo basta acercarse a una asamblea, que siempre son públicas y abiertas.


Finalmente, señor intendente, permítanos un consejo. Desde el poder se pueden hacer muchas cosas, lo que no se puede es tapar el sol con las manos.


Nuestra protesta alumbró desde abajo; por mucho que lo intente no podrá apagar nuestra indignación ante las injusticias del poder.