Sindicales

10/1/2017

Carta de un petrolero neuquino a los trabajadores del gremio


Compañeros, la adenda al convenio petrolero impulsada por Macri y el gobernador neuquino Omar Gutiérrez, con la complicidad de la burocracia de Guillermo Pereyra y el conjunto de la dirección del sindicato de petroleros privados, es el inicio de una batería de reformas laborales para todos los compañeros, sean del gremio que sean.


Esto es un mazazo a las conquistas de los trabajadores petroleros y una confiscación al salario nunca vista. La entrega de los derechos laborales por parte del sindicato no tiene precedentes, y es una muestra más de que esta dirección sindical es la aliada de la patronal en defensa de sus propios negocios.


La adenda, que reduce nuestra seguridad laboral, viene acompañada de la reforma a la ley de ART, que limita los juicios por accidentes laborales; es claro que las intenciones del gobierno nacional, el provincial y el sindicato es garantizar la ganancia descomunal de las petroleras a costa de la propia vida de los compañeros. Macri es un agente de los Total, PAE, YPF, etc., y Pereyra su cadete.


 


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A estas horas, los compañeros de Halliburton y Schlumberger siguen firmes en las medidas tomadas contra esta avanzada flexibilizadora, porque saben que estos entregadores sindicales, el gobierno y los patrones vienen por todas y cada una de las conquistas de los trabajadores.


Esto no es solo un conflicto por mala liquidación o despidos: se debe transformar en una lucha de todos los petroleros -parados o activos, de la categoría/sector que sea- que dejamos día a día nuestra salud en el campo.


Una resolución de la huelga que no sea en los términos planteados por los compañeros buscará ser usada como antecedente para avanzar con la flexibilización laboral para todos los gremios.


Unámonos en una mesa coordinadora independiente de este gremio patronal y saqueador, en la que estén presentes todos los sectores de los trabajadores del petróleo, encabezados por los compañeros de Halliburton y Schlumberger. Derrotemos la flexibilización laboral y la confiscación de nuestros derechos. Si los trabajadores nos levantamos, Pereyra no es nada.