Sindicales

27/6/1995|453

Carta desde el ingenio San Isidro-Campo Santo

Estamos a menos de un mes del inicio de la zafra y el crédito prometido por el gobierno, en enero, para cuando se levantara la quiebra del ingenio y se arrendara a las cooperativas el campo y la fábrica, no llega. El plan de inversiones ha quedado en la nada, la renovación  del cañaveral no fue hecha, con lo que las próximas cosechas serán cada vez menores. Ya se anuncia que esta zafra no llegará a los dos meses y que quienes trabajen deberán esperar la venta del azúcar para cobrar apenas 200 pesos al mes sin beneficios, que es lo que paga el gobierno por las “pasantías” laborales.


El sindicato, que es a la vez la dirección de la cooperativa, es cómplice de esta situación, ya que se ha negado a volver a la calle para imponerle al gobierno el envío de los fondos necesarios. Además, en los últimos tres años en los que se pasó por distintos arrendatarios (como la empresa de cañeros “El Labrador”), hemos comprobado que no se ha hecho aporte alguno a las Cajas jubilatorias. Hemos denunciado también a la dirección que la cooperativa se quedó con un millón y medio de dólares que aportamos los trabajadores como capital de lo que nos correspondía a cada uno por subsidio de desempleo.


La situación del pueblo se parece cada vez más a un infierno, por la falta de trabajo. El municipio, lejos de ayudar a dar una salida, está manejado por los corruptos y pretende conformar a la gente dando, a algunos, “media” pasantía laboral (trabaja 15 días y cobra 100 pesos), que no alcanza ni para “engañar el estómago” de nuestras familias.


El 14 de mayo, el sindicato puso los vehículos al servicio del PJ y de Caro Figueroa, que fue candidato a diputado nacional, con el cuento de que Caro garantizaba el crédito para el ingenio. Hoy, los hechos cantan, no hay otra salida que retomar la lucha.