Sindicales

10/11/1993|406

Cerrarle el paso a la burocracia

Para los próximos días están convocadas, en la seccional Buenos Aires, elecciones en varios de los principales bancos. Entre ellos el Nación, el ISSB y el Ciudad. Estas elecciones son una especie de test político en relación a la situación del gremio bancario.


Zanola pretende aprovechar el impulso que le habría otorgado su reciente victoria en las elecciones nacionales del gremio para hacer pie en un terreno que había perdido en la ronda electoral de hace dos años.


Para esto cuenta a su favor con una situación de reflujo entre el activismo y los trabajadores, producto de las innúmeras traiciones de la burocracia y del avance del gobierno y las patronales sobre las conquistas, el salario y la masa de miles de compañeros que se han ido, retiros voluntarios y cesantías mediante. Zanola, principal responsable de esta situación, pretende descargar la responsabilidad de la misma en las comisiones internas independientes surgidas en el ‘91.


En realidad, si existe alguna responsabilidad de esas internas, surgidas del ascenso que vivió el gremio en el ‘91, no es precisamente la “falta de vocación de diálogo con el gobierno y las patronales” que achaca la burocracia, sino por el contrario, sus limitaciones para superar la política de dispersión de las luchas, de derrotas banco por banco y de asfixia burocrática impuesta por el zanolismo.


De cualquier manera, no las tiene todas consigo; esta elección está abierta a todos los trabajadores, afiliados o no a la Asociación Bancaria, y no participaen ella un sector que es en su inmensa mayoría un voto cautivo de la burocracia, como son los jubilados.


Al mismo tiempo, una de las principales cartas que quería presentar Zanola en esta elección, un aumento salarial para la banca oficial, está por lo menos hasta escribir estas líneas, virtualmente empantanado. Y también es innegable que para una gran masa de trabajadores las traiciones del zanolismo no se olvidan fácilmente.


Unidad contra Zanola


Un elemento que influye en la decisión de la burocracia sobre la convocatoria a elecciones es, como dijimos, su triunfo del 19 de agosto. Y una de las causas de ese triunfo es sin dudas la política divisionista instrumentada por el CTA, que dividió el frente antiburocrático, expresado por la lista 90.


En forma correcta esa división está empezando a ser superada, ante la emergencia de la convocatoria. Tanto en el Banco Nación como en el ISSB, la lista 90 y la 94 han presentado una lista en común para enfrentar al zanolismo. Como señalamos en el balance de las elecciones de agosto, la lista de Bandini, que posaba de opositora, se ha desintegrado y la mayoría de sus miembros han retornado al cubil zanolista.


Es decir que el frente que se ha constituido consiste en una alianza entre la izquierda y el CTA. Este hecho de por sí es progresivo y abre las posibilidades concretas de derrotar a la burocracia. La Lista Naranja ha sido la única corriente que defendió públicamente esta perspectiva mediante una declaración distribuida en los principales bancos.


Ahora bien, hay que señalar que estas alianzas son circunstanciales y no constituyen una perspectiva de superación de la situación anterior ni tampoco un marco de reagrupamiento del activismo. Ni la lista 94 ni la 90 en conjunto han tomado una posición pública y general sobre la orientación para el gremio respecto a estas elecciones, y los frentes constituidos se han hecho sobre la base de acuerdos entre los dirigentes de las distintas corrientes y no sobre la base de plenarios o asambleas del activismo.


En síntesis, no existe un programa claro ni una orientación general para dar la batalla en todo el gremio contra la burocracia. La conformación de estas listas unitarias, paso progresivo que apoyamos e impulsamos y del cual somos partícipes, en principio, no está sostenido sobre un debate claro para superar las limitaciones anteriores sino que se ubica en un tereno defensivo para contrarrestar el avance burocrático.


Nuestro planteamiento es que se realicen plenarios abiertos de las listas, que se trate de integrar a todos los compañeros, candidatos, simpatizantes, fiscales, activistas, en un movimiento real que apunte a enfrentar el ataque del gobierno y la traición de la burocracia, coordinando entre los distintos bancos, desarrollando una práctica y una política clasistas, impulsando la reorganización de los cuerpos de delegados de base.


Post Data: Zanola en el comando del Sí


La burocracia ha hecho un ritual de quejarse que los triunfos electorales del gobierno debilitan la posibilidad de los reclamos. El cinismo de esta gente no tiene límites. Ahora, cuando anuncian que están por lanzar un “plan de lucha” por el salario, al mismo tiempo se informa por todos los diarios que Zanola, junto a otros burócratas de otros gremios será parte integrante del comando del  sí en el plebiscito trucho.


Hay que incorporar esta denuncia en la agitación por las elecciones gremiales y por el boicot. La Naranja va a desarrollar este planteamiento buscando conformar un frente del activismo por la denuncia de la burocracia y para impulsar el boicot en el gremio bancario.