Sindicales

29/2/1996|483

CGT:  ¿Paro nacional?

Cuando vemos a los burócratas del Smata, la Uom, Uta y otros empeñarse en firmar convenios de flexibilización laboral y reducción de salarios; o a todos ellos en hacer campaña por las AFJP y las ART; o en mirar hacia otro lado frente a los planes del Banco Mundial contra los trabajadores provinciales; cuando se ve todo esto, surge la pregunta de ¿por qué esos burócratas cegetistas plantean un paro nacional e incluso le ponen una, lejana, fecha?


La razón es siempre la misma —una disputa en torno al destino de las Obras Sociales. La burocracia sindical reclama que la privatización de la salud contemple algunas prerrogativas que obliguen a los pulpos privados a buscar la asociación con los sindicatos. En función de ese objetivo ya han aumentado los aranceles de salud de las Obras Sociales y se van acercando al establecimiento de un nomenclador del tipo de la medicina privada. Pero el Banco Mundial, que financia la reconversión del sistema no está de acuerdo y exige la privatización o disolución de las Obras Sociales sin términos medios.


Es por esto que la CGT plantea un paro nacional.


El conflicto entre los planes del Banco Mundial y los negocios de la burocracia encubre, sin embargo, una cuestión más amplia, que es la pretensión del gran capital de reducir los sindicatos a un cáscara. La burocracia cegetista pretende salvar sus privilegios mediante una negociación en la que está dispuesta a vender todos los derechos de los trabajadores e incluso gran parte de los propios, pero también está presente la posibilidad de una ruptura. En este caso, la crisis política del régimen menemista incorporaría un nuevo protagonista.


Cualquier ilusión en los alcances del planteo cegetista rayaría en la idiotez. Los trabajadores necesitan un paro nacional y una huelga general para luchar por sus reivindicaciones: aumento de salarios, cese de los convenios de ‘flexibilización’, defensa de las obras sociales bajo control obrero y de la gratuidad hospitalaria estatal.


Luchemos por estos objetivos y podremos aprovechar las fisuras en la ciudadela enemiga que provocan los apetitos entre sus buitres.