Una nueva jornada de lucha del sector precarizados de salud se llevó adelante este jueves 4 de marzo. Desde temprano las y los trabajadores precarizados de los hospitales Perrando, Pediátrico y de distintos servicios cortaron la avenida 9 de Julio para comenzar una nutrida movilización por las calles de Resistencia hacia las oficinas de la Legislatura y Casa de Gobierno para reclamar por el pase a planta, recomposición salarial y condiciones de trabajo.

Además, se unificaron las y los trabajadores precarizados de educación, Registro Civil, geriátricos y Desarrollo Social quienes vienen participando en un frente único de lucha junto a precarizados de salud desde el año pasado.

Hace años que los trabajadores vienen llevando adelante su trabajo en condiciones precarias, con salarios de miseria. En el caso de las y los precarizados de salud, hace años el gobierno mantiene un ajuste feroz sobre sus salarios, recibiendo aumentos miserables frente a índices inflacionarios de los últimos cuatro años que han pulverizado el poder adquisitivo, situación agravada hoy por la pandemia en curso. Están cobrando 18.000 pesos mensuales, haciendo guardias de 16 a 20 horas por día, trabajadores que mantienen la primera línea de defensa contra el Covid-19 en la provincia, en pésimas condiciones, con faltantes de insumos, de elementos de bioseguridad, que en muchos casos son cubiertos por los propios trabajadores, situación que se agrava en el interior provincial.

Las burocracias sindicales de UPCP y UPCN arreglaron una paritaria a la baja con el gobierno, del 10% frente a una inflación que se proyecta por arriba del 40% para este año (y cerraron paritarias similares los años anteriores). Sin decir una palabra del pase a planta, condiciones laborales o plan de lucha por los reclamos de los trabajadores.

Los precarizados de educación debieron trabajar en las escuelas de manera presencial y su actividad no se detuvo durante la pandemia, atendiendo comedores, limpiando y cuidando las escuelas, realizando mantenimiento, con salarios costeados con “renta mínima”, una beca que paga el gobierno de Capitanich por montos que van de 2.000 hasta 7.000 pesos mensuales. Situación similar a los precarizados de geriátricos, que mantienen a pacientes de riesgo, haciendo de acompañantes terapéuticos, enfermeros, cuidados especiales, lidiando con pacientes con adicciones, violentos, que deben llevar adelante este trabajo que tampoco se ha detenido en ningún momento. Estos trabajadores, que dependen de Desarrollo Social, están cobrando de 8.000 a 12.000 pesos mensuales, en negro, sin obra social. El mismo pesar sufren los trabajadores precarizados del Registro Civil.

La movilización llegó hasta las puertas de las oficinas de la Legislatura donde reclamaron ser atendidos por la comisión de salud, para que los diputados legislen por el pase a planta y la grave situación que atraviesa la salud y reclamando la renuncia de la ministra del área, Paola Andrea de las Mercedes Benítez, por incompetente y por no dar respuestas a las demandas del sector. Reclamos que se replicaron frente al correo donde se realizó un acto, rodeados por un operativo policial represivo que dispuso el gobierno para frenar la movilización hacia Casa de Gobierno.

Referentes de diferentes sectores fueron muy claros en sus oratorias, coincidieron en que “el sistema de salud no está preparado para contener la nueva cepa de coronavirus que ya circula por Buenos Aires”, y agregaron “solo los hospitales públicos estuvimos al pie del cañón desde el comienzo de la pandemia. Hasta recibimos pacientes que fueron rechazados por los sanatorios privados, se está saturando el sistema de salud pública y estamos trabajando en precarias condiciones laborales y salariales”.

Al final de la jornada, luego de que expusieron los oradores y oradoras de los distintos frentes, se acordó profundizar la medida de lucha, convocando a todos los sectores y al interior provincial para poner en pie los reclamos por el pase a planta, recomposición salarial, reacondicionamiento de hospitales y centros de salud y elementos de bioseguridad. ¡Basta de precarización en el Chaco!