Luego de haber arrancado una medida cautelar que establece la reincorporación de todos los trabajadores (incluidos los cinco candidatos a delegados), el pago de  los días caídos y la conformación de una “mesa de diálogo” por el resto de las reivindicaciones, el jueves 10 de noviembre, los choferes de la línea Este volvieron al trabajo tras 22 días de huelga.

 

Sin embargo, la patronal y la burocracia, que actuaron en connivencia con el gobierno durante todo el conflicto para  aislar y derrotar a los huelguistas (sin conseguirlo), buscan dilatar y burlar el acta.

 

Hasta ahora, el acuerdo se ha cumplido muy parcialmente. Todavía falta que ingresen tres de los cinco candidatos a delegados y otros tres trabajadores que tampoco han sido reincorporados; no se pagaron los días caídos y las condiciones laborales y las de las unidades, siguen siendo deplorables.

 

A esto se suma la instalación de la patota de la UTA en la principal cabecera, con la intención de amedrentar a los choferes que fueron parte de la huelga.

 

Si bien el acta conseguida ha sido un triunfo de los trabajadores, arrancado mediante el paro general, la toma de la cabecera, piquetes y movilizaciones, los trabajadores deberán garantizar la efectivización de todos los puntos que figuran en el acta.

 

La reincorporación de los candidatos  a  delegados (que la patronal demora) es la gran bandera del conflicto y una cuestión clave para la organización de la Línea. Hay que emplazar a la patronal a que la haga efectiva.

 

La exigencia de la convocatoria a elección de delegados (reclamo principal por el cual se inició el conflicto) cobra, ahora, mucha  más fuerza.  Si se concreta, seguramente le daría un gran impulso al resto de las líneas de la región que, al igual que en la Línea Este, hace 20 años que no se eligen delegados.

 

Se crearía así un nuevo escenario en el gremio del transporte marcado por un fuerte cuestionamiento a la burocracia de Oscar Pedrosa (secretario general de UTA La Plata) y Roberto Fernández (secretario general de UTA Nacional).

 

El Partido Obrero, que se hizo presente en la cabecera para acompañar el reingreso de los trabajadores, se compromete a participar activamente en esta nueva etapa, como lo hizo durante  la huelga, para garantizar el triunfo de los choferes.

 

La madurez de un sector del activismo de los choferes se confirma con la decisión de ir al acto del Frente de Izquierda en Atlanta con la izquierda y el sindicalismo combativo.

 

Por la reincorporación efectiva de todos los trabajadores, el pago de los días caídos y la convocatoria a elección de delegados.