Sindicales

16/5/1996|494

Chrysler: peor que el convenio Fiat

La información brindada por los diarios no dice toda la verdad de lo que acaba de firmar José Rodríguez con Chrysler.


No es cierto que el salario inicial de Chrysler sea de 575 pesos. La categoría 1 del “empleado polivalente” cobrará una remuneración fija de 450 pesos, lo que dividido por las horas mensuales da un jornal horario de 2,55 pesos, prácticamente lo mismo que en el caso del convenio Fiat (2,35 pesos para el operario calificado) y un 40% menos de lo que cobra esa categoría en Cormec o Ciadea.


Los mencionados 575 pesos incluyen un premio a la ‘productividad’ del 10% de la “remuneración fija”, que se podrá obtener “siempre que se cumplan plenamente los objetivos fijados” (medidos en cantidad de piezas producidas sin defectos en horas-hombre y cumplimiento de la calidad exigida). Fuera de esto, hay un vale alimentario de 80 pesos que no forma parte del salario.


El comunicado de prensa sobre el convenio oculta que la empresa se reservó el derecho a “realizar distintas tareas a través de proveedores, ya sea que éstas puedan efectuarse dentro o fuera de Chrysler”. En acta anexa, la empresa y el Smata acuerdan que serán tercerizadas la provisión de partes, el manejo y despacho de materiales, el mantenimiento, la seguridad, la higiene industrial, etcétera. El comunicado de prensa omite que se pactó un “período de prueba” de seis meses, en el que la patronal puede echar al trabajador sin pagarle un peso (además de habilitar todas las modalidades de trabajo temporario planteadas en la Ley de Empleo).


El convenio con Chrysler es aún más negrero que los de GM o Fiat. Se fija una jornada de trabajo “anual” de 2.080 horas promedio, lo que significa la flexibilización horaria más extrema lograda hasta ahora para “situaciones de discontinuidad en el ciclo productivo, desabastecimiento, fluctuaciones económicas… o la necesidad de optimizar recursos disponibles”. La empresa puede acortar o extender la jornada de trabajo sin límite.


El convenio establece la formación de “equipos de calidad” sobre la base de trabajadores “polivalentes”, sujetos a “movilidad funcional”. Se fijan cuatro categorías y el ascenso de una a otra queda totalmente en manos de la patronal: “todas las promociones se realizarán a través de las evaluaciones que efectúe Chrysler”.


Antihuelgas


El convenio Chrysler-Smata ‘innova’ , al anular el derecho de huelga cuando éste pueda afectar la exportación. “Teniendo en cuenta la vital importancia que poseen los acuerdos de exportación… se conviene en considerarlos como actividad de máxima prioridad e interés general, preservándoselos de toda eventual afectación que pudiera generarse por una interrupción o disminución en el ritmo normal de los programas”. Chrysler ya ha anunciado que el grueso de su producción en los primeros años irá al exterior.


El convenio coloca al propio Smata bajo tutela de la patronal: “los transparentes, dice, deben ser exclusivamente utilizados para comunicaciones oficiales del Smata… suscriptas por miembros de su comisión directiva” (no la interna), pero en cualquier caso, Chrysler evitará “que se coloquen documentos conteniendo términos agraviantes o que no cumplan los requisitos establecidos”.


Se establece una “representación sindical conforme a… la ley 23551”, es decir, “una representatividad gremial de un delegado cada 100 operarios, (en oposición) a uno cada 50” (Clarín, 9/5). Para ‘moverse’ en la planta, los delegados deberán “coordinar con los otros integrantes de la célula, la oportunidad para dejar sus tareas”.


No es casual que el propio comunicado de prensa destaque la “satisfacción especial” del ministro Caro Figueroa por este nuevo acuerdo, “que coloca a Smata… en la cabeza de la modernización de las relaciones laborales en nuestro país”. Qué más.