Sindicales

1/12/2018

Chubut: atención petroleros, se cocina una crisis

César el “Oso” Herrera, presidente de la UCR a nivel provincial, dijo a principios de septiembre que “Arcioni no hizo nada y se le acomodaron solas las cuentas”. El radical tuvo razón: en marzo de este año, es conocido que el gobernador Mariano Arcioni fue a “rogarle” al gobierno nacional un salvataje económico, ya que manifestó su incapacidad para hacer frente a los gastos corrientes de la provincia. Macri le cerró las puertas: de allí el pago escalonado a los estatales y docentes (que aún continúa en dos tramos) y el origen de una de las huelgas generales docentes más importantes del 2018. Pero a mediados de año, la suba simultánea del dólar y el precio internacional del petróleo marcador BRENT (que alcanzó los u$s 86,29 a principios de octubre) generaron que la suma en concepto de cánones y regalías hidrocarburíferas, que en Chubut reporta ingresos por el 12% de la producción petrolera, dieran un esporádico respiro a las finanzas provinciales. De hecho, para graficar la creciente “petrodependencia” de Chubut, las dos últimas ampliaciones presupuestarias de septiembre y octubre extrajeron sus recursos en un 80 y 70% de regalías petroleras, respectivamente. En torno a esta realidad material y el peso específico de la industria petrolera en estructura económica de la provincia, se teje un complejo mapa de acuerdos y choques entre los partidos patronales, la poderosa burocracia sindical del “Loma” Ávila (Petrolero Privados) y las operadoras, fundamentalmente YPF, Panamerican Energy (PAE) y Tecpetrol (Techint).


La crisis que se avecina


Ahora al gobierno ajustador de Arcioni se le dieron vuelta los números: el precio internacional del crudo asiste a la caída más acelerada de los últimos 34 años, colocándose en poco más de u$s 58,52 a finales de noviembre, es decir una significativa caída del 30%. El origen de esta baja se explica por varios factores: el levantamiento de sanciones por parte de EEUU a ocho países que le compran crudo a Irán, expansión de la demanda que hasta ahora no había manifestado efectos bursátiles; en términos generales, la sobreproducción a nivel mundial, el sólido abastecimiento de Estados Unidos (el mayor consumidor), el temor al enfriamiento de la economía mundial, fundamentalmente en los países llamados “emergentes” y las consecuencias de la guerra comercial entre los países imperialistas, en concreto EEUU, China y Rusia. Todos los ojos están puestos en la reunión de la OPEP (Organización de Países exportadores de Petróleo) con fecha el 6 de diciembre, que buscará reducir en 1,5 millones de barriles diarios la producción mundial, política a la que se oponen tanto Trump como Putin. La próxima reunión del G20 también será crucial para caracterizar cuáles serán los próximos episodios de la guerra comercial.


Volviendo a Chubut, los números que se acaban de conocer del presupuesto provincial 2019 refuerzan el carácter estratégico de la producción petrolera para lo que viene. Más de un tercio de los fondos del presupuesto provincial, el 32%, lo componen expectativas de regalías petroleras (exactamente 20,782 millones de pesos), a una estimación de 65 a 70 dólares el barril. Es necesario marcar que el petróleo que se comercializa en Chubut, del tipo “Escalante”, cuenta con penalizaciones que reducen su valor. Otro dato interesante del presupuesto provincial 2019 es que las erogaciones para pago de deuda pública se ubican en 10.900 millones de pesos. Es decir, la mitad de los ingresos extraordinarios de la provincia (20.000 millones) se van por el caño de la deuda externa chubutense, contraída por el trío del kirchnerista Martín Buzzi por un lado, el fallecido Das Neves (famoso bono de 650 millones de dólares) y ahora Arcioni, frecuente acreedor del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, chequera que maneja el macrista Rogelio Frigerio.


Se cocina una crisis: el éxito del plan económico de la provincia, que trae bajo el brazo las perspectivas de un mayor ajuste para 2019, está atado en gran parte al futuro de una industria discutida en las cumbres de las potencias imperiales.


Incluso el municipio petrolero por excelencia, Comodoro Rivadavia, no escapa a esta realidad: dos tercios de la obra pública que se realizará en 2019 la componen las regalías hidrocarburíferas. Una de las claves de la fortaleza económica de Comodoro (recientemente calificado por una consultora británica con el municipio con “las mejores finanzas del país”) es el ingreso extraordinario pactado con PAE, del 1% de su facturación, migajas para la petrolera que opera Cerro Dragón, el mayor yacimiento de crudo convencional del país, que genera el 40% de la producción nacional. En su informe, la mencionada calificadora FixSrc es contundente: “Comodoro Rivadavia cuenta con ingresos propios de capital dados por el Convenio Complementario Pan American Energy (PAE) que determina un aporte especial complementario del 1% de los ingresos netos de la empresa. El 75% del mismo se distribuye de acuerdo a la población de la Cuenca Senguer – San Jorge, y el 25% restante a sindicatos. Adicionalmente la MCR recibe un 0.1% adicional de los ingresos netos de la empresa que se liquida directamente a la Municipalidad con fin específico a la realización de obra pública”.


El actual intendente, el pejota-kirchnerista Carlos Linares y uno de los nombres que suena como candidato a gobernador, condiciona su política a la chequera de los pulpos extractivos.


El rol de la burocracia del “Loma” Ávila


En recientes declaraciones radiales, Jorge el “Loma Ávila”, secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Chubut, sostuvo que “si se mantiene la caída del precio se van a paralizar inversiones. Tecpetrol, Capsa y PAE serían las más afectadas y pueden peligrar”. Ya abre el paraguas ante posibles despidos el año que viene, en una industria que ya cuenta 800 trabajadores con suspensiones. Ávila participará junto a otros dirigentes gremiales como Lludgar (Petroleros Jerárquicos) de un cónclave en Buenos Aires con las operadoras nacionales para discutir cómo vendrá la mano en 2019. Ambos dirigentes petroleros ya habían participado de una reunión con Macri para oficiar de ariete en el avance de la minería en Chubut. La burocracia petrolera forma parte, junto a Comercio y Luz y Fuerza, de un frente gremial que busca presionar en el próximo congreso provincial del PJ para que Arcioni participe en las PASO del peronismo. Además, durante este año, han firmado una adenda al convenio colectivo de trabajo (que “aún no se ha concretado en ningún lado”) que es el preludio de la aplicación del “modelo Vaca Muerta” en Chubut, lo cual significa un brutal ataque al derecho a huelga.


Desde el Partido Obrero, bajo la compresión del rol estratégico que juegan como generadores de riqueza en la provincia, planteamos a los trabajadores petroleros la necesidad de romper el blindaje de la burocracia sindical y defender sus convenios colectivos de trabajo. Ningún despido ni suspensión, reparto de las horas de trabajo, tejer lazos de solidaridad con trabajadores estatales y docentes (son conocidos hechos de este tipo en cortes de ruta durante la huelga docente de este año) y apoyar el programa del Frente de Izquierda de nacionalización de los recursos naturales bajo control obrero, para poner la producción al servicio de las mayorías populares y no al pago de la deuda usuaria de bendicen los gobernadores pejotistas, Macri y el FMI.