Sindicales

7/10/2004|871

Ciento treinta taxis al servicio del fraude

Una larga fila amarilla y negra que iba del 700 de Alsina (sede del sindicato), hasta la 9 de julio, esperaba su turno el jueves bien temprano. Eran 130 los taxis contratados (desconocemos cuántos remises), al servicio de quienes desde hace 20 años están aferrados a los sillones, escritorios y, por sobre todo, la caja del sindicato y la obra social. El objetivo de tamaña movilización automotriz, pagada gracias al saqueo de las finanzas de los trabajadores de prensa, fue el de buscar a los "afiliados" en sus domicilios, ante la negativa generalizada de concurrir por cuenta propia a convalidar el fraude escandaloso.