32 familias se quedaron sin su fuente de trabajo de un día para el otro en Río Cuarto, Córdoba, luego de que la panadería “La Nueva Central” cerrara sus 11 sucursales de la noche a la mañana, cuando la patronal había prometido que no dejaría a lxs trabajadorexs en la calle.

“Hay compañeras con 30 años de antigüedad, somos 32 empleados. Nos adeudan el sueldo de noviembre, aguinaldo, vacaciones y los aportes jubilatorios que nos descontaron y no lo depositaron desde enero. Estábamos en blanco desde el primer día”, comenta una de las trabajadoras de la panadería, quien dio cuenta de la situación por la que están pasando.

Además, la trabajadora informó: “El jueves tuvimos una reunión donde nos prometieron que no nos iban a dejar en la calle. Que estuviéramos juntos, que íbamos a salir a flote. Nos juraron por sus hijos que no nos iban a dejar en la calle. Y el viernes bajaron las persianas, sin previo aviso […] No nos permitieron entrar a laburar, nos bloquearon las puertas de ingreso a las sucursales”.

La patronal sacó pertenencias del lugar de trabajo, en donde se hizo presente el Ministerio de Trabajo e hicieron un inventario de la maquinaria que hay en la fábrica. Desde hace días, lxs trabajadores permanecen de guardia en las puertas de la panadería para impedir que las máquinas sean retiradas. Se trata de una medida efectiva para evitar que se termine de consumar el vaciamiento de la empresa.

El Estado estuvo presente enviando a la policía a intimidar a las familias, pero no para que los derechos laborales sean garantizados. De este modo, la empresa, propiedad de lxs Rotelli, terminó con decenas de fuentes de trabajo en una ciudad en donde crece la desocupación y la pobreza.

Lxs trabajadorexs convocaron a una acción para los próximos días en defensa de sus derechos, los cuales vienen siendo avasallados por la empresa desde hace meses sin la intervención del Ministerio de Trabajo ni del gremio. Es necesario darles todo el apoyo para que consigan todos sus reclamos pendientes.