El sistema de multas que quiere imponer la legislatura porteña ha causado una conmoción en los chóferes de colectivos y taxistas. El proyecto en cuestión, apoyado por macristas, kirchneristas y aristas pretende descargar la crisis de transporte sobre las espaldas de los trabajadores, encubriendo la superexplotación laboral que sufren los chóferes y los peones de taxi. Luego de que la burocracia de la UTA y Viviani suspendieran las medidas de lucha a cambio de una “atenuación del sistema de faltas”, la bro nca de los taxistas y colectiveros ha ido en aumento.

El Partido Obrero de la Capital viene realizando una gran agitación sobre las líneas de colectivos y sobre los taxistas, principalmente los peones, con un resultado exitoso. Se vendieron más de 170 prensas en 24 líneas distintas de colectivos, en algunas de ellas la prensa se convirtió en algo popular colocando de 20 a 40 prensas por línea. Varios delegados se mostraron interesados por nuestro proyecto y denunciaron el régimen de superexplotación al que están sometidos, se planificaron reuniones con distintos trabajadores para explicarles nuestro proyecto y avanzar con la campaña por las seis horas. En todas estas actividades, además de la venta de la prensa, se repartieron miles de volantes a los choferes.

Los taxistas también recibieron nuestro proyecto con gran interés. Se colocaron 70 prensas sobre este gremio y también hay planificadas reuniones en las estaciones de servicio con distintos compañeros, la mayoría peones que trabajan en grandes empresas que los someten a jornadas de trabajo de hasta 12 horas debido a las sumas exorbitantes de los alquileres de los coches.

El reclamo por una ley que establezca las 6 horas puede convertirse en un catalizador de los distintos reclamos que sufren los trabajadores del transporte y en una gran acción para un movimiento clasista al interior de los gremios que enfrente el atropello patronal. La formación de agrupaciones clasistas en estos gremios es una tarea que se encuentra al orden del día.