El cierre de la paritaria municipal, que acordó un vergonzoso 14% hasta fin de año, y luego la de médicos que en tres cuotas promedia un 17%, abrieron un cuadro convulsivo, de lucha, entre los trabajadores del Gobierno de la Ciudad. Es la reacción al rodrigazo que puso en marcha el gobierno de Macri y Larreta y que tiene como contrapartida paritarias de ajuste.

 

En el caso de los municipales, el salario promedio ronda los 10.000 pesos, que ahora se elevará a 11.400 pesos, cuando el propio Gobierno de la Ciudad calcula la canasta familiar para marzo en 17.531 pesos. El 14% no alcanza ni siquiera para cubrir la inflación acumulada desde diciembre, un 15,3%. Las asambleas que rechazaron el acuerdo se extendieron como una mancha de aceite por hospitales, ministerios y dependencias. En el Hospital Durand se montó una carpa de lucha y se realizaron cortes de calle, festivales y ollas populares. Dos plenarios autoconvocados, uno en el Durand y otro en el Ramos Mejía, nucleó a compañeros de ministerios y hospitales afiliados a Sutecba, ATE y no afiliados. Allí se resolvió una jornada de lucha para el miércoles 11 y un nuevo plenario el viernes 13 en el Hospital Santa Lucía.

 

La burocracia de Sutecba defendió el acuerdo con una patota de 400 barras en la sede del sindicato. La directiva K de ATE Capital se pronunció contra el acuerdo, pero sólo realizó un breve acto en el paro del 19 de abril sin plantear ninguna perspectiva. Cuando participó del plenario en el Ramos Mejía tuvo una intervención autoproclamatoria, intentando abortar los plenarios autoconvocados con el llamado a desafiliarse de Sutecba y tratando de que todo se resuelva en sus plenarios. Plantearon una movilización para “fines de mayo o principios de junio”, lejísimos, y sin plantear un plan de lucha. Es el método de los paros aislados que abortan el desarrollo del movimiento y luego lo llevan a medidas débiles que conducen a la derrota.

 

Este proceso empalmó luego con el cierre de la paritaria de médicos municipales, que la burocracia de la AMM cerró en cuotas y de manera inconsulta. Asambleas en la Maternidad Sardá, el Hospital de Niños R. Gutiérrez y el Durand rechazaron el acuerdo. En la Sardá, dirigida por la oposición, se votó un paro y un acto. En el Gutiérrez una asamblea hospitalaria resolvió un paro. En el Durand, una asamblea se rebeló contra la conducción local de la AMM y votó rechazar la paritaria y movilizarse en solidaridad con el Gutierrez el miércoles 11 planteando la necesidad de parar.

 

Los residentes también se levantaron en este proceso. Luego de movilizarse masivamente a la sede de la AMM, votaron un paro de 48 horas el 11 y el 12 exigiendo la reapertura de paritarias, la participación en la mesa de negociaciones y mejores condiciones laborales.

Estamos en presencia de una reacción de lucha por el salario que supera la de años anteriores. Desde nuestras agrupaciones, Tribuna Municipal y Tribuna de Salud participamos activamente en todo este proceso, planteando la necesidad de las autoconvocatorias y los planes de lucha unificados.

 

Un plenario conjunto de ambas agrupaciones resolvió el apoyo a todas las medidas de lucha ya votadas, hacia un paro y movilización a Jefatura de Gobierno de todos los sectores. Por una asamblea general autoconvocada de municipales, médicos, profesionales y residentes que vote un plan de lucha. Quebremos las paritarias del ajuste por una verdadera recomposición salarial.