Sindicales

4/4/2021

Clínica San Andrés: entre la desidia estatal y la solidaridad obrera

Informe especial en video.

Foto: Willy

“De un día para el otro se llevaron todo. Nos dejaron sin indemnización y sin trabajo”, dice Carlos en el informe especial elaborado por Prensa Obrera sobre la Clínica San Andrés. Carlos es uno de los delegados de los trabajadores de esta clínica privada que se encuentra en lucha desde hace más de tres meses.

Es que frente a la muerte del dueño, los herederos decidieron la inacción como forma de actuar. Ni colaborar en su continuidad, ni venderla a ningún oferente. Simplemente el desgaste, el desperdicio de todos los recursos de la clínica y sobre todo la no respuesta a los 144 trabajadores que la llevaban adelante hasta hace apenas unas semanas y que han decidido ocupar la clínica en defensa de sus puestos de trabajo.

Son los mismos trabajadores que estuvieron en la primera línea contra el covid y que exigen poder estar en la primera línea contra la segunda ola, trabajando. Son los que vieron cómo sus propios compañeros eran afectados por la enfermedad y los que cuentan con un dolor inocultable que tuvieron sus propios muertos durante la pandemia.
Frente a esta situación los distintos gobiernos les dieron la espalda en lo que constituye, sin dudas, una política criminal. Para los trabajadores, pero también para los 18.000 usuarios del PAMI que hoy siguen tocando las puertas de la clínica porque nadie les dijo a dónde iban a ser redirigidos.

El gobierno municipal se limitó a tirar culpas para arriba y desde el gobierno bonaerense nadie se dignó a atenderlos. El PAMI, el otro actor fundamental en todo esto, ha brillado por su ausencia cuando debería ser el primer interesado en una estatización de la clínica que permita aprovechar en medio de la segunda ola las camas, los respiradores, la sala de covid y el único tomógrafo en todo el partido de Tres de Febrero.

El valor de la lucha

La ocupación de la clínica fue una decisión crucial tomada tempranamente frente al vaciamiento de los nuevos dueños y del Estado. Hubo que poner en pie un fondo de lucha que les permita pelear por su subsistencia mientras se desarrolla un conflicto que es a las claras una muestra de cómo el abordaje capitalista de la pandemia se contrapone con las necesidades sociales.

Así como se despilfarran enormes recursos materiales en pos de la defensa de una patronal asesina, que cierra una clínica en medio de la peor pandemia en más de un siglo, el gobierno muestra su despreocupación por la salud al no centralizar el sistema sanitario ni confiscar las vacunas al empresario Hugo Sigman, de forma tal de garantizar la inmunidad a una parte importante de la población de riesgo argentina.

Los compañeros son conscientes de esta irracionalidad y también de las dificultades que enfrentan en esta pelea: “no pueden subsistir sin ingreso”, dice Alicia, otra referente de la clínica, que aclara que el último sueldo cobrado fue a fines de diciembre y que no han recibido ningún tipo de asistencia. Ni Repro ni nada.

Los trabajadores de la clínica San Andrés dicen que se vieron obligados a aprender a tocar bombos. Es una metáfora ilustrativa de cómo la desidia patronal y la negligencia estatal los empujó a una lucha que encontró en el clasismo y en el Polo Obrero la solidaridad y el apoyo que les fue negado en otros lugares.

Realizaron un masivo plenario obrero que resolvió apoyar el plan de lucha que votaron en asamblea y que está desarrollándose de manera exitosa. El martes 30 de marzo, un corte en la avenida General Paz permitió romper con el cerco mediático que los silenciaba y les ha permitido una notoriedad mayor.

Luego de recorrer el Ministerio de Trabajo, la Casa de la Provincia y cuanto oficina hiciera falta sin obtener respuesta alguna, son los métodos de lucha históricos de la clase obrera los que han permitido un nuevo salto en esta pelea fundamental que tendrá la próxima semana otro episodio importante: un acampe frente al PAMI reclamando que este organismo se haga cargo de la clínica dando respuesta no solo a los trabajadores, sino a sus usuarios.

La reapertura de la clínica, la estatización y la defensa de los puestos de trabajo son cuestiones fundamentales en medio de la segunda ola de la pandemia. Con una orientación correcta y un plan de lucha como el que están llevando adelante, los trabajadores de la clínica San Andrés tienen todo para lograrlo.