Sindicales
7/1/2010|1114
Código Contravencional contra los pescadores de White
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El 24 de diciembre, la Prefectura y la Bonaerense reprimieron a los pescadores artesanales de White, quienes pedían subsidios para reconvertir sus lanchas y 2.000 pesos por pescador. El gobierno ofreció 800.000 pesos “atados” a la reparación de las lanchas – de esa manera se lo apropiaban los dueños, algunos de ellos pequeños patrones que dirigen la Cámara- y estalló la furia. La represión había sido reclamada por el intendente Breitenstein.
Los pescadores denuncian que la depredación de las grandes empresas pesqueras, el dragado del puerto y la contaminación de la ría agotaron los recursos. Quieren pescar en aguas profundas.
La ría está contaminada por los desechos del Polo Petroquímico y el vertido de las cloacas sin tratamiento.
La “interna” del PJ se expresó en el conflicto. Luego de desplazar a Larraburu, dirigente de la sexta, del directorio del Banco Provincia, querían voltear a Otharan, que dirige el Consorcio de Gestión del
Puerto. Los dos apoyaron la decisión de Breitenstein de negar su candidatura testimonial en la sección. Por ahora la sangre no llegó al río: Breitenstein y Scioli acordaron que “se convocará a una agenda de desarrollo de White, de la que tomarán parte el Consorcio de Gestión, el municipio, representantes de la Provincia, la Nación y las empresas vinculadas con el Polo Petroquímico” (LNP, 31/12). El zorro a cuidar el gallinero.
La pesca artesanal vincula a una amplia franja de trabajadores, lo que se puso de manifiesto en la marcha que se realizó después de la represión. Ante la rebelión, la nación giró los 800 mil pesos para unos doscientos trabajadores.
La Cámara ha solicitado al gobierno 120 millones para reconvertir la flota y financiar la jubilación y el “retiro voluntario” de parte de los pescadores. Esto no contempla a los canoeros, los marineros, los peladores de camarones y fileteros, todos afectados por la falta de pesca. Una asamblea autoconvocada denunció manejos “poco transparentes” de la Cámara.
La salida está en la reconversión de toda la actividad de White sobre otras bases sociales, enfrentando a las empresas del Polo y sus gobiernos.
El Partido Obrero propone:
• Control del medio ambiente por las organizaciones populares, para poner fin a la contaminación de la ría y de la ciudad a costa de las empresas del Polo Petroquímico.
• Crear una cooperativa que contenga a todos los pescadores en pie de igualdad, para poner bajo su control la reconversión de la flota, con aportes provenientes del Estado y de las grandes empresas del Polo Petroquímico.
• Subsidio igual al costo de la canasta familiar para todos los trabajadores afectados hasta que se supere la crisis.
• Impuesto extraordinario a las empresas del Polo y los pulpos pesqueros.