Desde el 3 de enero, los trabajadores de la textil "Color Pool SA" se mantienen en pie de lucha contra más de 60 despidos luego del cierre de la planta ubicada en el Parque Industrial de Pilar. A partir de los despidos, más de 70 textiles instalaron un acampe en la puerta de las oficinas de logística de la empresa, ubicadas en Galicia 2051, Paternal, reclamando el pago adeudado de salarios, bonos, vacaciones y aguinaldos.

En un primer momento, después de haber recibido la noticia de los despidos "de palabra", hubo una permanencia obrera en la fábrica por 2 semanas.

El conflicto data de 2015. La empresa venía pagando el aguinaldo y vacaciones en cuotas, como así también los sueldos a partir de octubre de 2018. Además los obreros debían trabajar sin la ropa adecuada ni elementos de seguridad para el manejo de productos químicos. Finalmente la fábrica cerró, aludiendo a la imposibilidad de pagar las tarifas de luz, gas y los impuestos de la planta, pero no presentó recurso preventivo de crisis ni la quiebra misma aunque la fábrica siga operando para otras empresas, pertenecientes a quienes integran la sociedad de Color Pool.

La lucha de Color Pool se integra a la de Interpack, Nidera, Pilkington, y de la textil Sport Tech de San Martín, con aguerridos acampes y permanencias contra los despidos. Las patronales buscan achicar al mínimo los planteles e insisten con una reforma laboral que avasalle los convenios colectivos.

Es necesario impulsar la más amplia solidaridad con estas luchas y, en la medida que sea posible, coordinar acciones comunes, incluyendo una movilización en la primera quincena de febrero, por un paro activo nacional de 36 horas, contra los despidos, los tarifazos y la reforma laboral.

TE PUEDE INTERESAR: ¡Ni despidos ni tarifazos!