Sindicales
17/6/2004|855
Comités de huelga electos en las asambleas
La burocracia prepara metódicamente la traición
Seguir
La lucha de los estatales llegó a su punto más alto en la primera semana de junio. Paro y movilización de los gremios de la CGT; virtual huelga general en la provincia de Buenos Aires; marcha a la Gobernación de docentes y estatales; gran presencia de los sindicatos docentes opositores; el paro provincial en el Chaco; preparación de la Marcha a Pata y Pulmón del 7 al 9 de julio en Tucumán, punto de referencia de la crisis política en la provincia.
Frente a este desarrollo, la burocracia de los sindicatos se ha trazado la línea de cerrar los conflictos. Se ve enfrentada a un movimiento de lucha que no controla, que ha dejado correr y sobre el que tiene una profunda desconfianza. No ha suscripto el reclamo de los 250 pesos al básico y el pase a planta permanente de los contratados. Tampoco acepta la soberanía de decisión de las asambleas generales; se reserva celosamente el monopolio de un acuerdo con los gobernadores.
UPCN, Soeme y los gremios alineados con la CGT en la provincia de Buenos Aires levantaron los paros de esta semana y dejaron en suspenso la movilización del 16. Fueron parte de la convocatoria (en el polideportivo de la UPCN) de la CGT y las “fuerzas vivas” (cámaras empresariales), cuyo objetivo es desviar la lucha salarial hacia un frente obrero-patronal por una mayor coparticipación para la provincia. La burocracia busca acabar con esta lucha mediante el planteo de un aumento de 85 pesos (68 real, de bolsillo) para los salarios de hasta 1.000 pesos, que UPCN pasa a 100 y para todos los salarios.
ATE-CTA confirmó los paros y la movilización “porque el gobierno no nos convocó a discutir”, no por los 250 pesos al básico. IU le hace de comparsa, oponiéndose a la huelga por tiempo indefinido de los hospitales (ver nota). El Hospital Mercante, por la presión de ATE y del Cicop, encuadrados en IU, revió su posición de paro por tiempo indeterminado.
Las asambleas…
La contracara de esto son las asambleas masivas en las reparticiones, ministerios, hospitales y otros lugares de trabajo que rechazaron la oferta del gobierno de la provincia, de 70 pesos (57 real). En Economía, Educación, IOMMA, Obras Públicas, Radio Provincia, Previsión Social, Desarrollo Humano, Salud, hospitales de La Plata y el Conurbano, y auxiliares de escuelas –columna vertebral de la lucha– hubo un virtual plebiscito por los 250 pesos al básico.
Una expresión del mismo tenor se dio en Resistencia, donde UPCP resolvió, en un plenario de delegados, un paro de 96 horas y movilizaciones en la semana, junto con la ANT.
La entrega de la lucha por parte de la burocracia de todos los sindicatos es una certeza. Para impedirlo es necesario establecer la soberanía de decisión de las asambleas por repartición o lugar de trabajo; que esas asambleas elijan comités de huelga responsables ante ellas; que los comités de huelga formen coordinadoras de comités de huelga; votar la huelga indefinida y extenderla a todos los sindicatos; reclamar a las burocracias asamblea general de los estatales.
Los gobiernos y la burocracia tienen una política para hundir las luchas: ausencia de programa y el manejo de un cheque en blanco; el desgaste, la división sindical, la subordinación de los trabajadores al frente provincial por la mayor coparticipación. Apenas armen un pacto precario con Kirchner (que es inminente) liquidarán la lucha.
(Informes de Daniel Rapanelli y Alejandro Sánchez Moreno)