En sus primeras declaraciones después de ser electo presidente, Milei planteó un plan de privatizaciones que incluye a Aerolíneas Argentinas, Telam, Radio Nacional, la TV Pública, Aysa y Trenes Argentinos.

En el caso de la aerolínea de bandera lo hizo bajo el eufemismo de “ceder el manejo a sus empleados”, sabiendo que la empresa hoy en día no es viable sin los aportes del Estado.

Por otro lado, reafirmó que irá a fondo con la política de cielos abiertos.

Lo que busca es avanzar en el copamiento del mercado por parte de capitales estadounidenses, eliminando lisa y llanamente a Aerolíneas Argentinas como competencia.

De esa forma sólo habrá vuelos en los destinos y fechas más rentables, reduciendo así la conectividad necesaria en el octavo país en extensión territorial del planeta.

Además de esto, tiene planteado a nivel macro un inmenso ajuste fiscal, una reforma laboral y una reforma jubilatoria, entre otras políticas anti-obreras.

Frente a este plan de guerra de Milei, desde los sindicatos aeronáuticos salieron a poner paños fríos. Desde APLA plantearon su “plena disposición para establecer un diálogo constructivo y ser parte de las soluciones”. Declaraciones en el mismo sentido se escucharon por parte de Brey (AAA) a la salida de la reunión de la CGT y en el comunicado emitido por la comisión directiva de APTA.

Frente a un ataque explícito contra Aerolíneas Argentinas que plantea su cierre, los sindicatos solo han sacado declaraciones de compromiso. Por indignante que sea, no debería llamar la atención de parte de quienes no le hicieron un solo paro sectorial a Macri y dejaron pasar el despido de miles de trabajadores de Latam sin realizar una sola medida de lucha durante el gobierno de Alberto Fernández.

Desde La Pista planteamos que deben convocar ya mismo a asambleas en cada lugar de trabajo y a un congreso de delegados con mandato de todos los gremios para debatir colectivamente cómo enfrentamos el cierre que el gobierno entrante quiere ejecutar. Y si los sindicatos no lo hacen, realizar autoconvocatorias, como lo hicieron los trabajadores de Latam cuando estuvieron en conflicto.

En la presente etapa, un puntapié inicial debe ser la realización de una movilización de todos sectores (pilotos, tripulantes de cabina, técnicos, personal del tierra, tercerizados) a Plaza de Mayo en defensa de Aerolíneas Argentinas

Recordemos que en 2001 solo se pudieron frenar el desguace y los despidos mediante un proceso de asambleas generales que culminó con una huelga general que paralizó el sector y realizó masivas movilizaciones de las que participaron trabajadores de todas las especialidades y la comunidad en general.

Necesitamos poner en pie un gran movimiento de lucha que vaya hasta el final en defensa de Aerolíneas Argentinas, de los puestos de trabajo y de las condiciones laborales.

¡No pasarán!

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