Sindicales
26/8/2024
Cómo sigue la lucha de la docencia entrerriana
Abajo la conciliación obligatoria del gobierno y el acatamiento de la conducción de Agmer sin consulta a las bases.
Seguir
Docentes en la plaza de Concordia.
El ánimo de la docencia entrerriana se ha ido caldeando al compás de la profundización de la crisis económica y social, y la pérdida de expectativa en un gobierno que había dicho durante campaña que venía a revalorizar a los docentes.
El agosto en curso está reflejando un profundo malestar de la docencia, que se ha manifestado con los paros convocados para el 1 y 2, 6 y 7, 14 y 15, más los paros detenidos por la conciliación obligatoria de los días 22 y 23 y las 72 horas para la semana del 26 al 30 de agosto (en total 11 días de paro). No es para menos, cuando los salarios docentes han quedado hundidos en la indigencia y la pobreza.
Una jornada histórica
El viernes 23/8 la conducción provincial, sin consultar a sus afiliados, aceptó la conciliación obligatoria generando un profundo malestar entre los docentes. Sin embargo, lejos de frenar la lucha, las familias en solidaridad con los docentes realizaron un gran parazo estudiantil y no enviaron a sus hijos/as a las escuelas, marcándonos el camino que debemos continuar.
Ese día por la tarde noche se realizaron enormes movilizaciones en distintos puntos de la provincia, sellando de esta manera la unidad de toda la comunidad educativa en defensa de la escuela pública.
Crisis por arriba
La docencia ha ingresado en un grado de ebullición y amenaza con llevarse puesto a la burocracia de Agmer. Las conducciones departamentales y el congreso provincial han maniobrado y hasta tuvieron que adaptarse al reclamo histórico de la oposición, que plantea salarios por encima de la línea de pobreza ($900.000 según Indec), cuando manejan todos los departamentos y solo en uno hay minoría.
La docencia se moviliza masivamente en cada jornada, ahora con el acompañamiento de los estudiantes y las familias, y los mandatos de las escuelas no solo incluyen días de paro sino también hablan de cortes de ruta y una profundización del conflicto.
En este contexto la conciliación obligatoria de 20 días que imponen el gobierno y el Poder Judicial para frenar la lucha es un salvavidas para una conducción, que estaba teniendo una situación tendiente al desborde y no estaba pudiendo controlar la lucha que lleva adelante la docencia.
La conciliación ha generado un profundo malestar y algunos cuestionamientos por parte de la docencia hacia la conducción, que no consultó sobre su acatamiento o su rechazo como fue en 2018 y 2019. Es claro que ponerla a discutir en este contexto implicaba seguramente su rechazo y una profundización del conflicto, que la burocracia por el rol que cumple de bombero de la lucha no está dispuesta a llevar cabo.
Los días que vienen van a ser importantes en relación al conflicto, cuando el gobierno pretende bajar la conflictividad mientras los docentes y las familias se organizan para quebrar la política patronal de ajuste.
Nuestra tarea, en conjunto con otras agrupaciones de lucha, es la de organizar y profundizar la unidad de la comunidad educativa. Es el camino para ganar.